La Sala IV de la Cámara de Casación Penal volvió a procesar al líder del Frente Acción Revolucionaria (FAR), Roberto Martino, por prepotencia ideológica agravada por violar la ley antidiscriminación durante los incidentes en un acto de repudio al Estado de Israel por los crímenes cometidos contra el pueblo palestino. Los hechos de violencia que derivaron en la apertura de la causa ocurrieron el 17 de mayo de 2009 durante el acto por el 61º aniversario de la fundación del Estado de Israel frente a la embajada de ese país. Martino estuvo detenido hasta junio de este año y seguiría en libertad hasta el juicio oral.

El líder del FAR había sido procesado por el juez Claudio Bonadío por tenencia ilegítima de armas de guerra y por formar parte de una agrupación que impone sus ideas o combate las ajenas por la fuerza y alentar o incitar al odio contra un grupo de personas a causa de su religión, nacionalidad o ideas.

La Cámara Federal, al revisar aquella decisión, sólo dejó en pie el procesamiento por tenencia de arma. Pero los jueces de la sala IV de Casación, Mariano González Palazzo, Gustavo Hornos y Augusto Diez Ojeda revirtieron aquella decisión tras el reclamo de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas. Analizaron las consignas usadas por la FAR, como “Israel asesino”, “judíos sionistas mueran” y los panfletos con la cruz esvástica que decían “¡Hay que parar a Frankenstein! El mundo está en peligro”, y otros. Concluyeron que esas frases “serían signo inequívoco de la persecución y odio contra los judíos”. “Resultaría muy difícil entender estas declaraciones como un mero repudio en contra de la política del Estado de Israel respecto de Palestina como lo entiende la defensa, cuando fueron proferidas en un festival en homenaje al Estado de Israel”, señalaron.

Martino podría recibir una pena de cumplimiento efectivo en un juicio oral si fuera condenado. Su abogado, Martín Alderete, se quejó de que “es la primera vez que un tribunal superior en democracia confirma un procesamiento por prepotencia ideológica ante una manifestación pública”. “Criminaliza las ideas frente a un incidente menor”, sostuvo.