La Cámara Federal confirmó ayer el cierre de una causa en la que se investigaban afiliaciones falsas al PJ porteño a través de la falsificación de firmas y sobreseyó a los delegados acusados de certificar las inscripciones. La causa se inició cuando la jueza María Servini de Cubría denunció que cinco personas que aparecían como afiliados no habían reconocido sus firmas como propias. El juez federal Norberto Oyarbide archivó el expediente, decisión que ahora confirmaron Jorge Ballestero y Eduardo Freiler. “La actitud de los delegados de los partidos políticos que habrían certificado las fichas de afiliación no se compadece con aquella exigida por la figura que podría achacárseles –falsedad ideológica–, donde la misma reclama para su tipicidad dolo directo”, puntualizaron. Los camaristas añadieron que “aun cuando el hecho sobre el cual recayese la certificación fuera objetivamente falso, el sujeto debe conocer efectivamente tal circunstancia”, y aclararon que la acusación “no afecta el buen nombre y honor” de los cinco delegados denunciados.