Después del desalentador resultado que obtuvo la candidatura de Ricardo Alfonsín en Mendoza, el radicalismo local prepara algunas maniobras con el objetivo de salvar la situación a nivel provincial. Por un lado, el candidato a gobernador, Roberto Iglesias, evalúa colgar su boleta –además de la de Alfonsín– de la del Frente Amplio Progresista, encabezada por Hermes Binner, quien no tiene candidato al Ejecutivo local. Por el otro, tres intendentes expresaron ayer su intención de desdoblar las elecciones en sus comunas para retener el gobierno local.

En la provincia que fuera gobernada por Julio Cobos, el radicalismo se ubicó tercero detrás de la presidenta Cristina Fernández y del peronista disidente Alberto Rodríguez Saá. Para tratar de repetir la gobernación que obtuvo entre 1999 y 2003, Iglesias buscará traccionar en octubre más votos que los obtenidos por el hijo del ex presidente. Aunque en el alfonsinismo consideraron que no está habilitado para incorporar en su boleta una nueva candidatura presidencial, otros sectores de la UCR afirmaron que sí. Si se avanza con esta maniobra, se sumaría a la provincia de Entre Ríos, donde el diputado Atilio Benedetti competirá por la gobernación en las listas de la Udeso y del FAP, y en La Pampa, que tiene al radical Juan Carlos Marino acompañado por el socialista Adrián Peppino y van en las dos boletas presidenciales.

Por su parte, el intendente de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, reveló que junto con sus pares de Junín y Rivadavia evalúan imitar la decisión del intendente de la Capital, Víctor Fayad, que ya desdobló los comicios. El objetivo es evitar el arrastre de votos por parte del kirchnerismo en sus respectivos distritos. Además, si logran una victoria, aseguran que generarían un “golpe de efecto positivo” a favor de Iglesias.