“Es un energúmeno que se ha quedado embarrado en su propio odio y resentimiento, sin poder tomar distancia y ser un dirigente cabal y comprometido con los problemas de los productores rurales”, manifestó ayer el presidente de la Comisión de Asuntos Agrarios de la Cámara de Diputados bonaerense, Darío Duretti. Su destinatario fue Hugo Luis Biolcati, titular de la Sociedad Rural, el dirigente que anteayer descalificó a quienes votaron por Cristina Fernández de Kirchner durante las primarias. El ruralista también recibió críticas de sus pares. “No podemos menospreciar a la gente”, sostuvo el presidente de la Sociedad Rural de Córdoba, Eduardo Ballesteros. Esta entidad está adherida a CRA, cuyo ex titular Mario Llambías salió sexto en la lista de diputados bonaerenses por la Coalición Cívica.

“Tiene que renunciar ya mismo, porque no representa cabalmente a los productores del campo. Biolcati sólo se representa a sí mismo”, insistió Duretti. Por su parte, el presidente de la Sociedad Rural de la localidad cordobesa de Morteros, Ider Peretti, también cuestionó duramente al titular de la SRA. “El verdadero campo, los productores que trabajan diariamente en las cosechas, son conscientes de los buenos precios y de la rentabilidad que reciben. Hace diez años andaban en tractores y camionetas antiguas, cuando hoy tienen maquinaria de última generación”, afirmó Peretti. La mención al avance tecnológico no hacía alusión a los LCD –evocados por Biolcati para descalificar a los votantes– y sí a los tractores y sembradoras que son utilizados para cada cosecha.

Las palabras pronunciadas por Biolcati durante un evento de la Asociación de Dirigentes de Empresas chocaron de lleno no sólo con los resultados de las primarias, sino con el relato que la Mesa de Enlace quiso instalar durante los últimos tres años y medio, es decir, el discurso de que iba a faltar carne, leche, trigo, etc. Por eso, sus propios pares dentro de ese nucleamiento, como el titular de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, no tuvieron más remedio que reconocer que “al campo le va bien”.

Ese relato también se cayó cuando el propio Biolcati reconoció que “mucha gente no sabía en 2008 de qué se trataban la retenciones móviles”. Si los productores no sabían el significado de la resolución 125, la Mesa de Enlace tampoco lo aclaró demasiado. Las patronales agropecuarias construyeron su apoyo sobre esa falta de explicaciones. Transcurridos tres años y medio, y sin otro logro visible de la Mesa de Enlace, el nucleamiento perdió apoyo, algo que pudo apreciarse en los últimos lockouts, por ejemplo, en enero de este año.

Por su parte, el director de FAA, Omar Principe, reconoció que el voto del domingo pasado fue un respaldo “a la gestión y logros del Gobierno” y destacó que la oposición “hizo todo lo posible por fragmentarse y no tener un programa propio o alternativo”. La semana que viene la Mesa de Enlace volverá a reunirse. Seguramente, además de las últimas elecciones, deberán abordar las repercusiones de lo dicho por Biolcati.

Lo que a veces se presenta como un exabrupto aislado, muchas veces forma parte de un mecanismo de defensa frente a los avatares de la realidad. En 2008, en pleno debate por las retenciones móviles, otro dirigente agropecuario había dicho que si el Congreso no votaba a “favor del campo”, “había que cerrarlo”. Finalmente Julio Cobos pronunció su famoso “voto no positivo” y Ricardo Buryaile, hombre de CRA, y autor de esa célebre frase, quedó conforme. Luego, en las legislativas de 2009, el formoseño pudo lograr una banca en representación de la UCR.

Otra frase célebre, pronunciada en el mismo sentido que la de Biolcati, pertenece a Alfredo De Angeli, cuando dijo que “en el campo hay que juntar a todos los empleados en las estancias, subirlos a la camioneta y decirles claramente a quién hay que votar”. Las elecciones primarias dieron cuenta de que existe otro relato alrededor de las poblaciones rurales.

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