EL PAíS › EL CASO CANDELA REAVIVO LAS VERSIONES SOBRE UNA SUPUESTA CAMIONETA QUE SECUESTRA CHICAS
La leyenda dice que desde una Trafic blanca sacan fotos a chicos o chicas para luego secuestrarlos para trata o robo de órganos. Hubo marchas, advertencias en escuelas y afiches y hasta una diputada diciendo que “así se llevaron a Candela”, pero no pruebas.
› Por Mariana Carbajal
En los barrios de Villa Va-tteone y Mayol, en Florencio Varela, hace un par de semanas se instaló el temor sobre el presunto accionar de una camioneta blanca que supuestamente secuestra menores para vender sus órganos o para entregarlos a redes de trata. Se pegaron carteles en los postes de luz con una foto de una Trafic que alertaban sobre su accionar y se habló del tema en las escuelas. En junio, la misma inquietud atormentó a los vecinos de La Boca, Barracas y Dock Sud, en Avellaneda. Hubo movilizaciones y cámaras que amplificaron el miedo comunitario. Antes el temor pasó por José C. Paz, Lomas de Zamora, Ezeiza, Luis Guillón, San Miguel, Malvinas Argentinas y Quilmes, con más denuncias mediáticas que hechos concretos. En los últimos días, el secuestro y asesinato de Candela Rodríguez acrecentó la psicosis. “Es una mentira absoluta. No existe ningún caso real. Es una leyenda urbana que alimentan aquellos que fogonean el pánico”, aseguró a Página/12 Cristina Fernández, directora del Registro Nacional de Personas Menores Extraviadas, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos. “Podrá haber algún caso aislado de secuestro para explotación sexual. Pero no hay un patrón que se repite. Es un rumor que está dando vueltas desde hace seis años”, afirmó Zaida Gatti, coordinadora de la Oficina de Acompañamiento y Asistencia a Personas Damnificadas por el Delito de Trata.
Desde 2003, cuando se creó, hasta la actualidad pasaron por el Registro 18 mil chicos: 16 mil fueron encontrados y 11 aparecieron muertos. Se están buscando unos dos mil, informó Fernández. “En general –entre el 75 y el 85 por ciento– tienen entre 13 y 17 años y se han ido de su casa por propia voluntad, la mayoría son mujeres, por un novio no aceptado por su familia, o se van a vivir a la calle y se instalan en ranchadas y es más difícil recuperarlos”, detalló la funcionaria. Fernández descartó de plano la existencia de la Trafic. La versión se viene propagando por correo electrónico y redes sociales desde hace varios años y de pronto, por alguna razón, toma fuerza y se instala en alguna zona del área metropolitana, para luego pasar a otra. Hace pocos días, el Registro recibió una denuncia que indicaba que un niño de 11 años, de Virrey del Pino, había sido capturado desde una Trafic blanca por varias horas. Fernández contó a este diario que un equipo técnico del organismo se trasladó hasta el domicilio del niño y conversó con él largamente para tener más detalles. “El nene terminó quebrado y contó que en realidad le había ido mal ese día en el colegio y no quería volver a su casa por temor a represalias de sus padres. Y había inventado lo de la Trafic. Es una leyenda urbana que hasta los chicos ya la toman como excusa. Tuvimos otro caso similar en Ezeiza que le llegó al jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, por correo electrónico, fuimos a corroborar y también resultó un cuento.”
Hace diez días, un comunicado de prensa del Bloque de la Coalición Cívica, con la firma de la diputada Fernanda Gil Lozano dio un alerta “a partir del importante incremento del número de denuncias recibidas en mi despacho durante los últimos meses, vinculadas con intentos de secuestros de chicas jóvenes y adolescentes en el barrio de Monserrat y Constitución”. El comunicado afirmó que en esos barrios y “sobre todo en la avenida San Juan, por la noche, está circulando una camioneta de la que desciende un hombre que posee las siguientes características: mide 1,80 metro de estatura, tiene ojos azules y está encapuchado. Su modo de actuar, acorde con las descripciones, consiste en descender de la camioneta, dejar la puerta lateral trasera abierta, sujetar a su víctima por el brazo e intentar adormecerla por medio de una trompada. En ocasiones, va en una camioneta azul metalizada tipo Kangoo, conducida por una mujer. En otras, usa una trafic blanca”.
Página/12 consultó a la diputada al respecto y precisó que el “importante incremento del número de denuncias” hacía referencia a “tres” denuncias de adolescentes de entre 17 y 18 años “de carne y hueso”. Gil Lozano defendió la veracidad de las denuncias. El problema –objetó– es que “no les tomen las denuncias en las comisarías. Porque no les creen”. “Si en la Capital Federal pasa eso me imagino que lo mismo sucederá en el conurbano, por eso no quedan registrado estos casos”, consideró. Una de ellas hizo la denuncia en la Ufase. “No me dio la sensación de que estuvieran mintiendo”, agregó.
–¿No cree que puede haber alguna sugestión por el hecho de que circula esta versión de la Trafic? –le preguntó este diario.
–El mito no se construye sobre la nada. No sé si es algo que sucede con mucha asiduidad, pero evidentemente algo pasa. Así se la llevaron a Candela –afirmó Gil Lozano. Que no tuvo en cuenta que el caso de la niña de Hurlingham está rodeado por circunstancias muy diferentes.
Hace dos meses comenzó el rumor en La Boca, Barracas y Dock Sud, en Avellaneda. En los dos barrios porteños la gente repetía que en la zona había aparecido el cadáver de una niña sin órganos y con dinero en sus entrañas y que circulaba –otra vez– una camioneta Trafic blanca que acechaba. Por esos días, en las aulas aumentó el ausentismo: las familias no querían que sus hijos anduvieran por las calles, contó una fuente del Ministerio de Seguridad de la Nación. Hubo movilizaciones de vecinos, algunas fogoneadas por cronistas de canales de TV que buscaban ponerle ruido a la noticia.
Desde el Ministerio de Seguridad rastrearon hospitales y casas de sepelio de la zona y no encontraron ninguna criatura muerta por esos días. Tampoco hubo denuncias en las comisarías. La amplificación del tema llegó a tal punto que la ministra Nilda Garré, a través de un comunicado de prensa, se pronunció sobre el tema: “La opinión pública está siendo sometida a versiones inquietantes que no se ajustan a la realidad. En una semana se alertó a los ciudadanos acerca de hechos muy graves que han sido instrumentados con objetivos inentendibles. Estas versiones banalizan problemáticas existentes como la de trata de personas, que está entre las prioridades del gobierno nacional en materia de seguridad”, dijo Garré.
También hubo manifestaciones de vecinos entre mayo y junio en Dock Sud. “Decían que había una Trafic blanca que secuestraba chicas”, contó el fiscal general adjunto de Avellaneda, Andrés Devoto. El fiscal hizo una profunda investigación y no encontró ninguna denuncia que diera cuenta de alguna víctima. En el medio de la paranoia vecinal, desapareció una chica de 13 años, que alimentó el miedo. La piba apareció al día siguiente: se había ido de su casa por una pelea con su mamá, indicó Devoto.
Si se rastrea en Internet con algún buscador se pueden encontrar noticias y comentarios sobre la Trafic blanca vinculada con el secuestro de chicos para robo de órganos en periódicos barriales a partir de 2005. Entre 2009 y 2010 la versión se replicó por diversos distritos del conurbano y sumó también la variante de que el fin del rapto sería la trata para explotación sexual. En muchas de las noticias, autoridades judiciales o policiales desmienten que haya denuncias sobre alguna víctima real. El temor se alimenta con correos electrónicos con frases del tipo: “No es joda. Hoy le pasó a un conocido de mi familia”.
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