Después de tirarse con rosas durante meses, Ricardo Alfonsín y Hermes Binner empezaron a cambiar las floridas municiones por dardos de campaña. El radical comenzó a poner en marcha su estrategia de confrontar con su ex aliado y apuntó contra el candidato socialista: “Algunos se alegran por el 10 por ciento, pero ¿cuánto pensaban sacar? No sé, pero queda claro que jamás pensaron en ganar”, disparó Alfonsín, preocupado por una eventual fuga de votos hacia el Frente Amplio Progresista. Binner, en cambio, eligió no contraatacar. “No nos interesa entrar en esas polémicas porque no ayuda a pensar en positivo sobre lo que queremos hacer”, se limitó a responder el santafesino. Además, Alfonsín buscó despejar los rumores de ruptura con el peronista Francisco de Narváez, quien negocia un acuerdo con Alberto Rodríguez Saá (ver aparte).

En un día primaveral, con un clima cálido y casi sin nubes, Ricardo Alfonsín y su compañero de fórmula, Javier González Fraga, presentaron en la estación de tren del barrio porteño de Villa del Parque su plan ferroviario nacional. Unas 80 personas los escuchaban desafiar con esa propuesta el poder del titular de la CGT, Hugo Moyano, líder del gremio de los camioneros. Sin embargo, Alfonsín enfiló ayer sus cañones contra Binner, que había protagonizado por estos días una polémica con su vicegobernadora, la radical Griselda Tessio.

“Me parece un destrato, una desconsideración difícil de comprender, y que nada tiene que ver con la realidad, porque sería absolutamente imposible que el Frente Amplio Progresista ganara en Santa Fe si no fuera por el aporte, entre otros, del radicalismo”, dijo Alfonsín y recordó que el 80 por ciento de las comunas del FAP son radicales. Esa fue la primera respuesta del diputado bonaerense a los dichos de Binner, quien había afirmado que “el siglo XXI es del socialismo y los otros partidos son del siglo pasado”.

La lluvia de críticas llegó primero del radicalismo santafesino, al que ayer se sumó Alfonsín. El socialista buscó bajar el tono de sus palabras, aunque sin dar marcha atrás. “Yo dije que el socialismo tenía la posibilidad de ser el partido del siglo XXI, ésa fue toda la gravedad de mis dichos”, precisó Binner durante una conferencia que brindó en el rectorado de la Universidad Nacional de La Plata. Además, el socialista remarcó que si bien tiene otras respuestas para sus detractores, “los argentinos tienen tantas preocupaciones” que prefiere no alimentar la polémica. “Yo no tengo ningún problema con Ricardo”, dijo y agregó que no tendría problema en juntarse con el aspirante presidencial de la Unión para el Desarrollo Social.

Pero los dardos radicales no se limitaron a esas palabras del gobernador. Alfonsín dijo, además, que su ex aliado no tiene “vocación de ganar las elecciones y generar condiciones para poder reemplazar al Gobierno”. Ese es el argumento que esgrimen los alfonsinistas para justificar la ruptura con el socialismo hace ya varios meses y conformar la alianza con el peronista disidente Francisco de Narváez. Binner, dicen, no quería construir una alternativa progresista “que fuera un obstáculo para el gobierno nacional”. “Es funcional al Gobierno y ha hecho mucho para favorecerlo. Por eso dilató el armado de un polo progresista con la UCR”, sentenció Miguel Bazze, candidato a diputado y mano derecha de Alfonsín. Por otro lado, los alfonsinistas sostienen que el FAP “no garantiza una oposición al Gobierno” en el Congreso porque acompañó al kirchnerismo en iniciativas de peso, como la estatización de las AFJP o la ley de medios.

Sin hacer referencia a esas palabras, Binner respondió que el FAP trabaja “para gobernar la república desde la seriedad y la responsabilidad”.

Lejos en el tiempo parecen quedar las palabras elogiosas de Alfonsín para con el mandatario santafesino, a quien calificaba como “uno de los gobernantes más reconocidos por su republicanismo, por su civismo, por su austeridad, por su preocupación por atender las necesidades de los que más necesitan de la protección del Estado”.