El diputado radical por Santa Cruz, Eduardo Costa, se sumó a la lista de candidatos a gobernadores de la UCR que cambiaron la estrategia luego del magro resultado de Ricardo Alfonsín en las primarias del 14 de agosto. Costa salió a buscar el apoyo del peronismo disidente y cerró un acuerdo con la delegación local de las 62 Organizaciones peronistas, que a nivel nacional comanda el duhaldista Gerónimo “Momo” Venegas. Además de la boleta de Alfonsín, Costa llevará de candidatos presidenciales a Hermes Binner, a Elisa Carrió y ahora también podría llevar a la fórmula Eduardo Duhalde-Mario Das Neves. “Se puede trabajar desde la disidencia política y más que nada cuando todo indica que la próxima presidente va a ser Cristina Fernández”, se sinceró ayer Costa, al ser consultado por medios locales respecto de una eventual relación institucional con el kirchnerismo.

La estrategia de Costa generó algunos cortocircuitos hacia adentro del frente UCR-PS-CC y puntualmente entre los radicales. El senador radical y candidato a la reelección, Alfredo Martínez, le dijo a Página/12 que se sorprendió la semana pasada al enterarse del acuerdo y que no compartía la decisión tomada por el candidato. De todas maneras, Martínez remarcó que están en condiciones de hacer “una buena elección”, aunque puso en duda el aporte de votos que generaría el pacto con Duhalde.

En 2009, con el Acuerdo Cívico y Social, Costa ganó la elección legislativa, superando a la lista del kirchnerismo. Ese antecedente lo posicionó de cara a las elecciones del próximo 23 de octubre, pero el resultado de las primarias del 14 de agosto se convirtió en un baldazo de agua fría. Si bien en esa provincia no hubo elecciones para los cargos locales, el resultado para las categorías de presidente, vice, diputados y senadores nacionales fue contundente. Cristina Fernández obtuvo el 65,64 por ciento de los votos, Ricardo Alfonsín salió segundo con el 14,21 y Eduardo Duhalde tercero con el 5,25. A nivel diputados la brecha también fue grande, no arañó los 50 puntos, pero sí los 40: el kirchnerismo sacó el 62 por ciento mientras que la UCR obtuvo casi el 22.

Con ese panorama, Costa salió en busca de “la pata peronista” que le permitiera acortar la distancia con el actual gobernador y postulante a la reelección, Daniel Peralta. El sábado a la noche en un local sindical de Río Gallegos, Costa firmó un acta acuerdo con las 62 Organizaciones peronistas de Santa Cruz, que conduce el Momo Venegas, secretario general del gremio de peones rurales. Así, el diputado radical podría agregar a sus tres candidatos presidenciales la boleta de Duhalde-Das Neves. En el orden local tendrá una nómina del peronismo disidente a legisladores, encabezada por Pedro Núñez, jefe de las 62 Organizaciones de Santa Cruz.

“Después del emotivo acto, los candidatos y el público en general compartieron un asado, al mejor estilo peronista”, detalla el comunicado redactado por la filial local de esa organización sindical. “Nosotros somos los verdaderos y auténticos peronistas”, sentenció Núñez al defender el acuerdo en declaraciones a medios locales.

En el entorno de Alfonsín señalaron que el pacto con Duhalde no estaba oficializado por la Justicia y relativizaron el impacto negativo de las estrategias locales en la candidatura nacional de la UCR: “A nosotros no nos molesta eso. El convite es para que los que no son partidarios de Alfonsín lo voten a Costa como gobernador. Esto no le saca un solo voto a Ricardo”, señaló uno de los estrategas de la campaña.

Costa seguiría así los pasos del mendocino Roberto Iglesias, quien grabó un jingle denominado “cortá boleta” y buscó acercarse al PJ disidente. Una actitud similar a la del socio bonaerense de Alfonsín, el peronista disidente Francisco de Narváez, que mantuvo un encuentro reservado con el puntano Alberto Rodríguez Saá para lograr su apoyo el 23 de octubre, en caso de que la Justicia baje la candidatura de su hermano, Adolfo Rodríguez Saá.