“Esto pasa muy pocas veces en la historia, tenemos que estar para defender el rumbo”, destacó Hugo Yasky.
Imagen: Luciana Granovsky.

Con un acto en el microestadio de Argentinos Juniors, la CTA que conduce Hugo Yasky dio su respaldo a la fórmula Kirchner-Boudou. “Desde hace mucho tiempo veíamos a la central uruguaya militando por el triunfo del Frente Amplio, a los sindicatos de Nicaragua apoyando al sandinismo, a los compañeros de la central chavista con Hugo Chávez, a la central obrera y los movimientos indígenas con Evo Morales y a la CUT de Brasil con Lula. Hoy somos nosotros los que asumimos con orgullo la decisión de decir que luchamos por la candidatura de Cristina Kirchner”, definió el dirigente de los docentes en el discurso de cierre del encuentro nacional.

En el club del barrio de Agronomía estuvieron los sindicatos y movimientos sociales que quedaron alineados con Yasky tras la ruptura de la Central, ocurrida hace un año, cuando sus socios fundadores se dividieron en base a su adhesión o rechazo al kirchnerismo. Los organizadores del encuentro estimaron en nueve mil los militantes de todos los distritos del país que votaron a mano alzada la moción de apoyo a la Presidenta. Antes fueron leídas las resoluciones de una serie de debates regionales que precedieron al encuentro nacional.

La Asignación Universal por Hijo, la creación de cinco millones de puestos de trabajo, los aumentos del salario mínimo y en las jubilaciones, la política de derechos humanos estuvieron entre las razones que los oradores fueron enumerando como ejes del posicionamiento de la Central.

Además de la militancia se acercaron al microestadio funcionarios del Gobierno y de las fuerzas políticas aliadas del Frente para la Victoria. El secretario de Medios, Juan Manuel Abal Medina, los diputados Diana Conti, Martín Sabbatella y Ariel Basteiro estuvieron entre los que siguieron los discursos desde la cancha. También Andrés Larroque, de La Cámpora, y Patricio Echegaray, del Partido Comunista.

El encuentro finalizó con la proyección de un saludo de la Presidenta. “Somos los trabajadores los que tenemos una mayor responsabilidad en defender todo lo que ganamos, porque sabemos que cuando proyectos como el que estamos impulsando se truncan, los que siempre pagan el pato son los sectores más vulnerables. Es importante tener una cuota de madurez y de densidad de pensamiento para sostener esto, que ha beneficiado en primer lugar a los que carecían de trabajo, de casa, de pavimento o de educación”, señaló Cristina en el mensaje grabado en su despacho. También consideró que el respaldo debía ser pensado como un aval, más que a su candidatura, “al surgimiento de un proyecto nacional, popular y democrático” que “tantas veces ha quedado trunco” en la historia argentina.

La agenda social

Luis D’Elía leyó un documento de organizaciones sociales, Eva Durá el de Juventud, Estela Díaz el de Género y Pedro Wasiejko el referido a trabajo privado.

“Apoyamos la profundización de este modelo nacional, popular y democrático que implica un nuevo concepto de seguridad social y de salario indirecto, para todos los trabajadores argentinos”, planteó D’Elía, quien pidió una paritaria social “para que todos los trabajadores del Programa Argentina Trabaja ganen el salario mínimo, vital y móvil de 2300 pesos, tengan obra social y se reconozca el código de descuento sindical a los movimientos sociales.”

Por su parte, Wasiejko apuntó en su tramo que para los trabajadores “es evidente que desde la gestión de los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner se empezaron a realizar en la práctica muchas de las banderas y objetivos de la CTA”.

En las tribunas hubo pancartas del Frente Transversal, del candidato a diputado nacional Edgardo Depetri, la Juventud de Miles –el partido de D’Elía–, el Movimiento Territorial de Liberación que conduce el Chapu Urrelli y el Segundo Centenario de Hernán Letcher. Los sindicatos del sector –docentes, agrupaciones opositoras a la conducción nacional de ATE, trabajadores del neumático, del subte, telefónicos y aeronáuticos, entre otros– acompañaron con bombos la jornada. El cantito más coreado fue el clásico “para Cristina la reelección”.

De acá a las elecciones del mes próximo seguirá una campaña de difusión hacia adentro de los sindicatos y en los barrios donde los movimientos sociales tienen presencia. La idea es ir instalando, junto con el apoyo a la reelección de la Presidenta, una agenda de temas vinculados con el trabajo y la distribución de la riqueza en la que los diputados del sector podrían hacer un frente común con los de la CGT.

En ese sentido, la intención es empujar la discusión sobre el proyecto de ley de participación de los trabajadores en las ganancias de las empresas y otros que puedan ayudar a encarar el problema de la falta de viviendas, un tema fundante de las organizaciones sociales.

Junto con el respaldo a la fórmula Kirchner-Boudou, otro de los tópicos del encuentro fue la advertencia sobre el peligro de un avance de la derecha. Para los dirigentes, tras la reelección habrá intentos seguros de frenar el proceso abierto por el kirchnerismo. “Hoy las organizaciones populares nos movilizamos sabiendo que vamos en la misma dirección que nos gobierna”, fue la frase de Yasky. “Eso pasa muy pocas veces en la historia, tenemos que estar para defender el rumbo.”