En actos, marchas y asambleas lo distinguen enseguida por su larga melena rubia. Rubén Darío “Pollo” Sobrero –50 años, divorciado, cuatro hijos, vecino de Haedo e hincha de River– lidera desde hace una década el combativo cuerpo de delegados de la ex línea Sarmiento del ferrocarril, hoy en manos de la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), y es un referente del denominado sindicalismo de base, opositor al histórico líder de la Unión Ferroviaria (UF), José Pedraza, su archienemigo. “La democracia sindical no es un delito”, dijo el dirigente, que milita en Izquierda Socialista, durante el juicio que le iniciaron por una medida de fuerza de 2004, uno de los veinte procesos que tuvo por las diferentes acciones gremiales emprendidas junto a sus compañeros de la lista Bordó. Hace seis años fue acusado por Aníbal Fernández de haber protagonizado los incidentes derivados de la furia de pasajeros por el mal funcionamiento de los trenes, pero al momento de los desmanes Sobrero estaba en Mar del Plata en las marchas de repudio al ex presidente norteamericano George Bush, y nunca se probó la responsabilidad del delegado en esos hechos.

Sobrero entró en el ferrocarril en 1995, se desempeña en el área de comunicaciones y es presidente de la Comisión de Reclamos del cuerpo de delegados. Fue varias veces candidato a diputado en distintos frentes de izquierda, aunque en estas elecciones no se postula él, sino su compañero ferroviario y del partido, Edgardo Reynoso, como primer candidato a senador nacional. “Desde que le ganó a la misma burocracia que hace casi un año asesinó a Mariano Ferreyra se propuso poner el sindicato al servicio de los trabajadores y el ferrocarril al servicio del pueblo”, explicaron a Página/12 sus compañeros. El planteo era “reestatizar todo el sistema ferroviario bajo control de trabajadores y usuarios, para que brinde un transporte digno y vuelva a unir al país”.

Desde 2001, Sobrero y la Bordó fueron reelegidos cada dos años, por amplia mayoría, y tras diversas luchas lograron que los salarios pasaran de ser de los más bajos de la historia a los mejor pagos del sector. Además, desde que la lista Bordó conduce el Sarmiento no hubo más despidos. Y adjudican las conquistas logradas al hecho de que impusieron la elección por asamblea de sus representantes paritarios, cargo que ganó Sobrero en todas las ocasiones. En los intensos conflictos de 2003 y 2005 en defensa del convenio colectivo de trabajo, la Bordó se negó a firmar acuerdos con la empresa si no eran votados en asamblea.

En 2003, los ferroviarios del Sarmiento, junto a la Comisión Salvemos al Tren, repudiaron la Emergencia Ferroviaria del gobierno de Eduardo Duhalde, por la reducción de servicios y la creciente inseguridad. Al año siguiente, los ferroviarios cortaron las vías para que se les reconozca el derecho de presentar la lista Bordó en las elecciones del gremio. Esa pelea se ganó, pero Sobrero y otros 23 ferroviarios fueron judicializados. En 2009, cuando fueron absueltos, Sobrero denunció a Pedraza. “Es parte del directorio del Belgrano Cargas, es un empresario que junto a Macri y Roggio comparte jugosas ganancias; mientras el menemismo despedía a 90 mil compañeros, este personaje no movió un músculo, firmó convenios permitiendo que la empresa despida y liquidó todos los policlínicos ferroviarios donde nacían y se curaban nuestros hijos”, dijo el Pollo. “Y ahora puso a Antonio Luna, de La Fraternidad, en la Secretaría de Transporte, para gestionar los subsidios que recibe del Estado”, agregó.

En Internet circula un video que lo ridiculiza, donde un pollo baila al ritmo de música dance, y se lee “ya nadie se suma a tu circo”. En casi todas sus entrevistas suele recordar que “(Carlos) Tomada fue abogado de Pedraza”, y que “el propio Roberto Dromi reconoció que la privatización de los trenes no se habría concretado sin el apoyo de la UF”.