El cuerpo sin vida de Isidoro Madueña fue encontrado en las primeras horas de ayer, entre los escombros del edificio colapsado en Mitre al 1200. La noticia la dieron voceros del gobierno porteño, desde donde se comunicaron rápidamente con Mariano, el hijo del hombre de 74 años que permanecía desaparecido desde el viernes, cuando ocurrió la tragedia. Mariano Madueña señaló que iniciará una demanda penal para determinar responsabilidades por la tragedia. Por la tarde, agregó que lo habían llamado “varios políticos para solidarizarse”. “Me llamó el ministro Guillermo Montenegro –puntualizó–, pero Macri no dio la cara, él es ingeniero, sabe de qué se trata.”

“Teníamos la esperanza de que fuera distinto el desenlace, pero estamos para informar esto”, sostuvo la ministra de Desarrollo Social y futura vicejefa de Gobierno, María Eugenia Vidal. El transcurrir de la jornada sirvió para que los allegados a Isidoro intentaran “drenar la angustia”, según definió su hijo, en declaraciones a Página/12.

Pasadas las 7 sonó el teléfono de Mariano Madueña. El ministro de Seguridad, Guillermo Montenegro, estaba del otro lado. El funcionario sólo reportó “que se había encontrado un cuerpo” tras la remoción de escombros en el piso 3º, pero prefirió no anticiparse a confirmar si efectivamente el cadáver era el del padre del muchacho. Enseguida, empleados del gobierno porteño buscaron a Madueña en su domicilio y lo acercaron hasta la morgue. Allí tuvieron la certeza de que la víctima del derrumbe era Isidoro.

No bien se iniciaron las tareas de remoción de escombros en el edificio colapsado, Madueña denunció que su padre, que vivía en el 3º B, no aparecía. El hombre temía que los trabajos de demolición pudieran afectar a Isidoro en caso de que todavía estuviese vivo, entre la mampostería desgajada. Fue por eso que el hijo de la víctima solicitó que se revisaran las cámaras de seguridad de la calle para chequear si el hombre de 74 años, que padecía problemas de audición, había alcanzado a salir durante la evacuación. El resultado fue negativo y todo hacía presumir que Isidoro estaba dentro de los restos de edificación.

Personal de la Guardia de Auxilio y bomberos hallaron el cuerpo cerca de las 7 de ayer, según comunicó Vidal, quien estaba junto al ministro Montenegro en la zona que rodea al edificio colapsado. El titular de Seguridad describió que el cadáver de Isidoro, única persona que no llegó abandonar el inmueble ante la evacuación, estaba ubicado en el lugar que “los perros marcaron en el tercer piso”, y entonces fue allí donde comenzaron “la remoción manual de escombros”.

El cuerpo fue llevado a la morgue, donde se realizaban los peritajes para determinar las causas de la muerte. Ayer por la noche, Madueña dijo a Página/12 que tanto los estudios sobre la defunción de su padre como los trámites post-mortem estaban encaminados. De seguir todo una marcha normal, espera que el sábado, cuando una tía arribe al país desde Estados Unidos, puedan realizar el sepelio. De los gastos burocráticos de la ocasión “se va a encargar el Gobierno de la Ciudad”, según dijo el hombre que le confiaron desde el Ejecutivo.

Hasta la llamada de Montenegro, Madueña “sólo quería saber dónde estaba” su padre. “Quedaba un 10 por ciento de posibilidades que teníamos que descartar”, sostuvo. Madueña prefirió no anticipar hacia adónde apuntará la presentación judicial.

Durante todo el día de ayer, “sólo nos dedicamos a charlar, a drenar la angustia”, expresó Madueña, quien estuvo acompañado por su hermana. “En lo único que quiero pensar ahora es en la memoria de mi papá, en compilar los recuerdos buenos, que son los que me quedan.” Para pensar en la parte judicial “ya habrá tiempo, todavía estamos sorprendidos”, concluyó.

Informe: Leonardo Rossi.