EL PAíS
Votantes ausentes por la lluvia y la indiferencia
Hoy se vota en la provincia de Buenos Aires, el mayor distrito del país, pero nadie espera multitudes. El PJ espera una fracción de los que se acercaron la última vez, aunque define 83 distritos.
› Por Martín Piqué
Sonó como una confesión resignada, y sorprendió un poco porque provino de un intendente justicialista. “Con la lluvia que empezó ayer (por el viernes), con suerte, en La Matanza podrán votar unas treinta mil personas”, admitió a Página/12 Alberto Balestrini, jefe comunal del distrito. En las internas del PJ bonaerense de 1999, en ese municipio -que es el más populoso del Conurbano– votaron unas cien mil personas. Cuatro años después, el poco entusiasmo de los militantes y las módicas (o nulas) expectativas que generan los candidatos han impuesto un panorama muy diferente. Todo indica que las elecciones internas simultáneas que se harán hoy en la provincia no movilizarán las multitudes de antaño. Aunque, eso sí, servirán para elegir las 2462 candidatos de diversos partidos que competirán por todos los cargos electivos de la provincia. Y el duhaldismo podrá prepararse, ya sin disputas menores, para enfrentar al supuesto enemigo que viene del Norte.
Un dato refleja el desinterés que despiertan las elecciones internas abiertas y simultáneas de todas las fuerzas políticas que se harán hoy en territorio bonaerense. Están habilitados para votar 9.454.680 ciudadanos –que lo pueden hacer como independientes–, pero las agrupaciones no esperan una convocatoria masiva, al contrario. Ni siquiera entre los afiliados de los partidos, a los que también ha ganado la desesperanza. Claro que en el caso del PJ el “aparato” garantizará cierto número con el clásico despliegue de remises y micros que transportan votantes, muchas veces a cambio de algún importe o la promesa de conseguir planes sociales.
En la elección se elegirán los candidatos para cubrir los puestos de gobernador y vice, diputados y senadores provinciales, intendentes, concejales y consejeros escolares de los 134 municipios de la provincia. Para la fórmula de gobernador, sin embargo, casi no habrá internas: sólo el radicalismo –en esta etapa de fragmentación y aparente disolución– presentó dos fórmulas, por lo que será el único partido que deberá definir a quién propondrá para gobernar la provincia: si a la storanista Margarita Stolbizer o al ignoto Juan Portessi. Sin embargo, la discusión más importante se dará en torno de las intendencias, que constituyen justamente la base del poder de Eduardo Duhalde y la primera escala importante de ascenso en la estructura duhaldista.
Como corresponde al partido que maneja el poder real en la provincia, el PJ tendrá internas en 83 municipios, una cifra impensada para las fuerzas que no tienen posibilidades de acceder a las intendencias. En casi todos los casos las competencias se dirimirán entre candidatos duhaldistas, porque tanto el menemismo como los aliados de Adolfo Rodríguez Saá –el candidato a gobernador Aldo Rico– decidieron sortear las internas y presentarse por afuera del PJ. Así, hoy volverán a verse las imágenes que se ven en todas las internas del peronismo bonaerense. Peleas y amenazas entre punteros, uso de remises para trasladar votantes, y una competencia por ver quién “mueve más gente”.
La pelea más decisivas entre los duhaldistas se librarán en los municipios de La Matanza, Lomas de Zamora, Quilmes, Moreno, Morón, San Martín, Berazategui, Hurlingham y La Plata. En esos distritos –gobernados todos por el PJ bonaerense salvo Morón, donde el ex frepasista Martín Sabbatella tiene chances de ser reelecto, y San Martín, cuyo intendente es el radical Ricardo Ivoskus– es donde la disputa entre los candidatos del PJ promete ser más pareja. En La Matanza, por caso, Balestrini, el actual intendente, compite por su reelección con el titular de la CGT local, Rubén “Negro” Ledesma.
Esa competencia le trajo sus problemas a Néstor Kirchner, ya que los dos rivales fueron de los primeros simpatizantes del santacruceño en la provincia. Balestrini consiguió el apoyo de la figura más mediática del duhaldismo: Chiche, cuya sonrisa dura aparece junto a Balestrini en los afiches con que empapelaron Ramos Mejía. Ledesma pertenece al Sindicato deComercio, tiene el respaldo de los “gordos” de la CGT y postula como primer concejal a un miembro de Smata, el gremio de José Rodríguez.
En Quilmes, Hurlingham y Lomas de Zamora, la pelea por la intendencia involucra a paradigmáticos duhaldistas que son funcionarios del gobierno nacional. En Quilmes, los tres candidatos representan al titular de Diputados, Eduardo Camaño; al ministro de la Producción, Aníbal Fernández, y a Federico Scarabino, mano derecha de Solá en la gobernación. En Hurlingham, el territorio que vio nacer al Chucky del duhaldismo, Juan José Alvarez, la disputa la protagonizan el intendente Luis Acuña y otro dirigente del distrito. En Lomas de Zamora, donde gobierna un peronista por la dimisión del frepasista Edgardo Di Dio, compiten seis candidatos a intendente, entre ellos María Torresi de Mércuri, la esposa del presidente de la Cámara de Diputados bonaerense, y Jorge Rossi, ex titular de Loterías de la provincia durante la gestión de Duhalde en La Plata.
Otros distritos clave –por número de habitantes, por el asentamiento de empresas y el consecuente ingreso por recaudación– son La Plata, Morón, Moreno y San Martín. En la ciudad de las diagonales, el intendente Julio Alak, quien siempre mantuvo alguna autonomía con el duhaldismo, busca su reelección con otros dos peronistas, Enrique Sette y Carlos Campagnucci. Una eventual derrota de Alak haría sonreír al jefe de Gabinete Alfredo Atanasof, un platense históricamente enfrentado al jefe comunal. En Morón, la pelea está concentrada en Juanchi Zabaleta, que cuenta con el apoyo de la barra brava de Morón, y Oscar Alvarez, ex presidente del Concejo Deliberante con el menemista Juan Carlos Rousselot. En Moreno, el sucesor de Mariano West, Andrés Arregui, busca consolidarse para gobernar un período más. La gran incógnita es qué sucederá en San Martín, zona de influencia de Luis Barrionuevo, donde el PJ tiene chances de hacerse con la intendencia. Pero habrá que ver cómo incide el repentino pase de Barrionuevo a las filas menemistas.