Los hermanos Sergio y Pablo Schoklender también están siendo investigados en Bolivia y según surge de un sorpresivo oficio que recibió ayer el juez federal Norberto Oyarbide es por los presuntos delitos descriptos como “corrupción y enriquecimiento ilícito”. La Unidad de Información Financiera del gobierno de Evo Morales envió un pedido de informes con un listado de 135 personas y empresas que están en la mira, y lo que más llamó la atención en los tribunales porteños es que bastante más de la mitad de esa nómina coincide con los imputados en la causa en la que se investiga el presunto desvío de fondos destinados a la construcción de viviendas sociales a través de Madres de Plaza de Mayo, donde los Schoklender eran apoderados.

La UIF boliviana, a cargo de Mariana Sánchez Salas, mandó el mismo pedido de informes a varios países de América del Sur a través de Interpol. En Argentina, la Policía Federal se lo giró a Oyarbide. El documento no especifica en qué consiste la causa de origen pero pide antecedentes policiales, judiciales y movimientos migratorios de una lista en la que aparecen junto con los Schoklender varios nombres ya conocidos en la causa local por posible lavado de dinero y defraudación al Estado.

Figuran, entre ellos, Alejandra Bonafini (hija de la titular de Madres, Hebe de Bonafini); el contador Abraham Gotkin, que trabajaba para Madres y era socio del mayor de los Schoklender en varias empresas; una de ellas, que también figuran en el oficio de Bolivia es Meldorek, sospechada de haber sido utilizada como pantalla para desviar dinero de fondos públicos que debían utilizarse en viviendas; el piloto y socio de Sergio en Meldorek, Gustavo Serventich, y su ex mujer Carolina Gentile; la ex esposa de Schoklender Viviana Sala; la firma de ambas mujeres, Vicasa SA; el financista Fernando Caparrós Gómez, ligado a Monetización, y el titular de esa firma, Daniel Laurenti, Ricardo Falco, de Trade Travel, cuyo hermano trabajaba en la fundación. Con ese núcleo de financistas, según la investigación de Oyarbide, Schoklender habrían cambiado cheques.

Bolivia es un lugar conocido para Pablo Schoklender. Allí estuvo prófugo desde 1986 hasta 1994. Había huido después de ser condenado a prisión perpetua por el asesinato de sus padres y al final fue extraditado. Pero en ese país, según versiones periodísticas, habría también una investigación vinculada con la paternidad de Sergio Schoklender y los papeles del nacimiento de su hijo en Santa Cruz de la Sierra, anotado como biológico, aunque el entorno lo conocería como adoptivo.

Oyarbide enviaría hoy su respuesta a Bolivia, donde muchas de las personas investigadas serían incluidas en el llamado a indagatoria que en pocos días hará el fiscal federal porteño Jorge Di Lello.