Mientras espera la aprobación de iniciativas económicas en la Cámara baja, el Senado sesionó ayer por primera vez con su nueva composición. El vicepresidente Amado Boudou comandó la reunión en la que se designó a su hombre de confianza, Juan Horacio “Juanchi” Zabaleta, como secretario administrativo y en la que se aprobaron los pliegos de 18 embajadores que continuarán en sus respectivas sedes diplomáticas. En su primera experiencia legislativa, Boudou contó con el auxilio del secretario parlamentario, Juan Estrada, y de algunos senadores oficialistas. Las galerías se poblaron de militantes y dirigentes que celebraron la asunción de Zabaleta, quien juró por “Perón, Evita y la memoria de Néstor Kirchner”. Con la distribución de las comisiones acordada también ayer, comenzarán hoy mismo a constituirse para acelerar el tratamiento de las medidas que salgan de Diputados.

Entró al hemiciclo y comenzaron los aplausos. El reemplazante de Julio Cobos, Amado Boudou, estaba acompañado por su sucesor en el Ministerio de Economía, Hernán Lorenzino, y sus nuevos colaboradores en el Congreso. Sonriente, saludó a las plateas en varias oportunidades, dedos en V incluidos. Otro que hizo su ingreso al Senado fue el ex jefe de Gabinete Aníbal Fernández. Se ubicó a la derecha del presidente del bloque oficialista, Miguel Pichetto, y al lado de la presidenta provisional, Beatriz Rojkés. En el radicalismo también hubo reacomodamientos, reflejo del nuevo esquema de poder interno. El nuevo presidente de la bancada, Luis Naidenoff, quedó flanqueado por Gerardo Morales a su derecha y Ernesto Sanz a su izquierda, en medio de lo que supo ser la dupla que lideró los destinos del radicalismo hasta ahora.

Al momento de proponer su designación, Pichetto destacó “la dilatada experiencia política” de Zabaleta, militante del peronismo en la provincia de Buenos Aires, en su municipio, en la ciudad donde nació, en Morón. Pero el titular de la bancada tampoco perdió la oportunidad para hacer una suerte de advertencia. Le aclaró que entre las tareas que deberá enfrentar se encuentra “la reconstrucción de la dignidad del senador en el ámbito de la Cámara”. En concreto, le planteó diplomáticamente un reclamo salarial. Aníbal Fernández recordó que lo conoció a Zabaleta en 1987, cuando él era secretario administrativo del Senado bonaerense.

Posteriormente se aprobó la prórroga de los cargos diplomáticos para embajadores como Juan Pablo Cafiero (Vaticano), Darío Alessandro (Perú), Dante Dovena (Uruguay), Ginés González García (Chile), Torcuato Di Tella (Italia), Miguel Angel Estrella (Unesco), Carlos Bettini (España) y Roberto Ahuad (Siria), estos dos últimos cuestionados por parte de la oposición. Faltaba definir el destino de Alicia Castro, que será reemplazada en Venezuela por Carlos Cheppi.