Debilitada en el escenario político nacional y desarticulada hacia adentro, la UCR elegirá hoy un nuevo presidente en reemplazo del senador mendocino, Ernesto Sanz. El ex intendente de Santa Fe Mario Barletta se posiciona como el dirigente con más consenso para ese cargo, con el apoyo de Sanz, de la Liga de intendentes radicales, y, en menor medida, del alfonsinista Movimiento de Renovación Nacional (Morena). Sin embargo, otros sectores más pequeños, como el cobismo o dirigentes de la ex Coordinadora Nacional, como el de Leopoldo Moreau, planteaban ayer algunas resistencias y denunciaron irregularidades. Continuarán hoy las negociaciones para alcanzar un consenso en los 24 cargos restantes de la mesa de conducción.

“Barletta es una figura nueva que puede instalarse con frescura. Enlaza a los radicales con gestión porque viene de ser intendente y es un dirigente con mucha experiencia política y partidaria”, señaló ayer Sanz a Página/12. El senador mendocino reconoce errores “propios y colectivos” que llevaron al 11 por ciento de los votos obtenido por Ricardo Alfonsín en octubre, pero asegura que la UCR “tiene muchas fortalezas para recuperarse”. “Esta nueva etapa es muy particular. Hay que trabajar mucho el fortalecimiento y la recuperación del partido, independientemente de los socios y los aliados, que eso se discutirá en 2013”, afirmó.

Sin figuras de recambio, el Morena, encabezado por Alfonsín, Gerardo Morales, Angel Rozas y Ricardo Gil Lavedra, terminó acompañando la postulación de Barletta y pelea ahora por lugares importantes en la mesa de conducción. El bonaerense Juan Manuel Casella se encamina a la secretaría general y quieren que Rozas renueve como vicepresidente primero.

El sector de los intendentes, liderado por el cordobés Ramón Mestre y el mendocino Víctor Fayad, salió a reclamar la “renovación” del partido después del fracaso electoral, pero se quedó en el camino por falta de estructura interna. Intentó, sin éxito, realizar varias demostraciones de su poder territorial, pero no logró articular el heterogéneo grupo de jefes comunales que mantiene el radicalismo.

“Son infames las maniobras que viene realizando el oficialismo partidario en su afán de mantener el control del Comité Nacional”, disparó la ex diputada Sandra Rioboó, que se postula para presidir el partido con el aval de Julio Cobos. La bonaerense cuestionó la elección de Barletta como delegado del comité y denunció “una carnicería de expulsiones” y “presiones” para aquellos que no son afines a la conducción partidaria.

El ex vicepresidente estará mañana entre los 102 delegados al Comité Nacional. Si bien no cuenta con un número significativo de apoyos, anunció que trabajará por armar una línea interna en el mediano plazo.

La vieja guardia, representada por dirigentes como Moreau y Luis “Changui” Cáceres, reclamaban postergar la elección y conformar una “comisión de acción política” que integre a todos los sectores.

El plenario está conformado por cuatro representantes por provincia y dos por la Juventud Radical, dos por la Franja Morada y dos por la Organización de Trabajadores Radicales. Precisamente el tercer candidato en la cancha es Raúl Barr, de la OTR.