Ante las declaraciones del secretario general de la CGT, Hugo Moyano, varios dirigentes opositores salieron a hablar de la existencia de una interna en el Gobierno y advirtieron que las consecuencias de un enfrentamiento entre la Casa Rosada y la CGT podrían afectar a la ciudadanía.

- Mauricio Macri, jefe de Gobierno porteño: “Este es el momento de la concertación, de sentarse en serio a hablar de los problemas que hay que resolver, y el primero es la inflación. Hay que bajar el nivel de agresión, ya que si seguimos en este camino vamos a terminar en una 125”.

- Margarita Stolbizer, diputada por el Frente Amplio Progresista: “Que Moyano le marque la cancha al Gobierno muestra la debilidad K, aun con el 54 por ciento de los votos obtenidos en la elección. Se equivoca el Gobierno si cree que el voto es un cheque en blanco. Está claro que Cristina volverá a saldar la discusión a favor de los grupos concentrados económicos y en contra de los trabajadores, como ha sido hasta ahora”.

- Ricardo Alfonsín, diputado de la UCR: “La disputa no es entre la CGT y el partido de gobierno, sino en el seno del partido de gobierno. La CGT es parte del partido de gobierno. La CGT es una de las pocas instituciones que han resistido reformas tendientes a su democratización, y esto no sólo por la actitud de algunos dirigentes sindicales sino también por la actitud de los dirigentes del justicialismo. Espero que esta interna no tengamos que sufrirla, como en el caso de otras internas justicialistas, todos los argentinos. Reclamamos sensatez de uno y otro lado”.

- Eduardo Amadeo, diputado del bloque Frente Peronista: “Esto sucede cuando un gobierno elige el conflicto en lugar del diálogo como modo de gobernar, en lugar de prevenir los conflictos. Igual que con la inflación, no alcanza con tapar la realidad con los medios adictos. Espero que esto no signifique más conflicto social, porque los únicos perjudicados serán los argentinos”.

- Adrián Pérez, diputado de la Coalición Cívica: “Durante mucho tiempo cuestionamos el poder político y económico concedido a Moyano por el Gobierno. No podemos saber ahora cuáles serán las consecuencias de esta disputa, pero desde el vamos pone en evidencia algunas verdades: es necesario terminar con el sindicalismo corrupto e ir hacia la libertad sindical. El Gobierno utilizó ese sindicalismo como socio para sostener muchas mentiras, como las irregularidades en las obras sociales e, incluso, como hasta el propio Moyano admitió, para ser su grupo de choque en situaciones de conflicto”.

- Alicia Ciciliani, diputada del Frente Amplio Progresista: “Esta pelea la podemos aprovechar para un debate más profundo y, si bien aparece como una pelea de sectores dentro de los partidos de gobierno, es una gran oportunidad para abrir el debate sobre el rol del sindicalismo y qué sindicatos queremos”.

- Ernesto Sanz, presidente de la UCR: “La historia argentina registra que cuando hay disputa dentro del PJ, el conflicto se traslada al Estado y tiene consecuencias graves para los ciudadanos. Cuesta entender la verdadera razón de los enfrentamientos entre Moyano y Cristina. Desde el Gobierno, no se ven motivos vinculados con causas nobles como la democratización sindical o un manejo eficiente de las obras sociales; y desde el sindicalismo, cuesta entender que la postura de Moyano sea en legítima defensa de los derechos de los trabajadores”.

- Patricia Bullrich, diputada del monobloque Unión Por Todos: “El gobierno kirchnerista durante ocho años engordó al gremio de camioneros otorgándole gran cantidad de afiliados, en detrimento de otros gremios. A cambio usó a Moyano y su gente para extorsionar y apretar empresarios, y bloquear las plantas de Clarín y La Nación. Pero ahora, como ya lo hizo con Duhalde, quien colaboró para que Kirchner fuera presidente, tira a Moyano por la borda. La historia se repite primero como tragedia y luego como farsa, y la lógica del poder absoluto kirchnerista le ha llegado también a Moyano”.

- Fernando de la Rúa, ex presidente: “Viendo a Moyano de un lado y a la Presidenta del otro, digo que hay un conflicto a la vista. El origen de ese conflicto es la inflación, que explica las demandas por aumentos salariales. Si el Gobierno quiere fijar un techo menor a los aumentos reales junto con la desaparición de los subsidios, es una rebaja salarial”.