La bandera colgada en el escenario decía: “Ayer Malvinas, hoy Irak, el mismo enemigo”. Esta frase resumió el espíritu del acto que se realizó ayer en Plaza de Mayo que protagonizaron integrantes de la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), la Corriente Clasista y Combativa, la Federación de Veteranos de Guerra y el líder de los ahorristas, Nito Artaza, devenido en posible aliado político de Mauricio Macri.
“Hoy el significado del 2 de abril es recuperar la memoria para exigirle a este gobierno que no queremos que nos invadan. Porque ahora están masacrando al pueblo de Irak, mañana va a ser Irán, pasado mañana Siria, después vendrán por Colombia, luego Venezuela y seguramente luego vendrán acá”, dijo el dirigente de la CCC, Carlos “Perro” Santillán.
Al grito de “Bush, fascista, vos sos el terrorista”, entraron en la Plaza de Mayo los veteranos de Malvinas. La marcha había partido del Monumento a los Caídos, ubicado en la plaza San Martín. Los piqueteros cortaron Diagonal Norte y pasaron frente a locales de McDonald’s y el edificio de Repsol YPF, que tenían custodia policial.
“Para mí es un honor estar en esta plaza invitado por los combatientes de Malvinas y para mí es un orgullo, y lo digo con honor, compartir este palco con referentes sociales que han luchado y luchan por la dignidad del trabajo, por el derecho social y por cambiar la Argentina; gente que corta las rutas y calles porque les han cortado las ilusiones, es la gente que ha vivido en la indiferencia de los argentinos y sobre todo de la clase dirigente. La misma indiferencia que han tenido durante años los combatientes de Malvinas”, afirmó Artaza.
Como representante de los ex combatientes de Malvinas, Luis Garcilazo, del Chaco, aseguró: “Sepan todos que podemos luchar por el trabajo para los veteranos, por la salud, por la jubilación digna. Sepan que podemos luchar por la unidad de los ex combatientes; por la recuperación de las empresas del Estado; por la soberanía nacional y por un gobierno del pueblo argentino”.
Antes de terminar el acto, los manifestantes quemaron banderas de Estados Unidos y Gran Bretaña, se acordaron de la familia de George W. Bush, e hicieron flamear banderas de Irak y Palestina.