Parecía un asamblea y la mayoría sentía que algo estaba naciendo. Unos ochenta ciudadanos “provenientes de distintas prácticas y opciones en los ámbitos de la cultura, el arte, la información, el derecho y la militancia social y política”, solicitaron al jefe de Gobierno porteño “que restablezca el cronograma electoral previsto”. Fue ayer a la tarde en el Café Tortoni, y aunque en la mesa estaban frente al micrófono el periodista y escritor Miguel Bonasso, la diputada Alicia Castro y el dirigente de ATE Carlos Girotti, todos hicieron uso de la palabra. Coincidieron en pedir que se extienda el plazo hasta octubre “para permitir la participación democrática de la ciudadanía porteña”.
En el documento consensuado señalaron la existencia de “una maniobra de las autoridades locales que atenta contra los reclamos democratizadores expresados por las grandes mayorías en las históricas jornadas del 19 y 20 diciembre de 2001”. Según el grupo, Ibarra modificó el calendario electoral por decreto y adelantó los comicios para el 8 de junio, que permitirán renovar los mandatos del jefe y vicejefe de Gobierno, la Legislatura completa (60 legisladores con mandato por cuatro años), doce diputados nacionales y ocho suplentes. Si bien es atribución del jefe de Gobierno, como jefe del Ejecutivo comunal, la fijación de la fecha de las elecciones, la Legislatura se pronunció impidiéndole hacerlo el mismo día que las nacionales. Establecidos los comicios nacionales para abril, Ibarra decidió convocar los locales para junio.
Así las cosas, el 8 de abril vence el plazo para presentar alianzas electorales y el 18 para hacer lo propio con las listas (sábana) de candidatos. “Esta maniobra es idéntica a la ejecutada por el gobernador Felipe Solá cuando adelantó el cierre de listas en la provincia de Buenos Aires y responde a la misma lógica corporativa: trabar el debate y la participación popular en el proceso electoral”, indicó el nuevo colectivo en su documento. Calificaron el proceso electoral en marcha de “amañado para servir a la supervivencia de una clase política frustrada” y puntualizaron que los porteños pierden así la oportunidad de “participar de manera protagónica” en dicho proceso. Además, sostuvieron que así no se escucha el mandato de la “gesta democratizadora del 20 de diciembre”, cuando murieron seis personas, y “los vecinos reclamaron activamente su participación protagónica en la toma de decisiones”.
En medio del salón Alfonsina a pleno, Bonasso aclaró que “no es una propuesta abstencionista”. Y destacó que la actitud de Ibarra de no hacer las elecciones claramente diferenciadas de las nacionales “fortalece la sensación de apatía y desilusión de la gente” respecto de la realización de los comicios. Bonasso le comentó después a Página/12 que “algunos compañeros más politizados” están discutiendo la conformación de “una nueva fuerza nacional”.
El documento que entregarán al Gobierno de la Ciudad fue firmado por Bernardo Alberte, familiares de las víctimas del 20 de diciembre y sobrevivientes (Marta Almirón, María Arena, Martín Galli, “Toba” García, Karina Lamagna), Eduardo Aliverti, Julio Alsogaray, Horacio Ballester, Tristán Bauer, Juan Carlos Blotta, Laura Bonaparte, Carlos Borro, Mario Burgos, Héctor Cámpora (h), Antonio Cartañá, Adolfo Castelo, Juan Carlos Cena, Nora Cortiñas, José De Luca, Ana De Skalon, Rubén Dri, Edgardo Esteban, José Pablo Feinmann, Ricardo Feldheim, Marcelo Frondizi, Carlos Gabetta, Manuel Gaggero, Dante Gullo, Eduardo Gurrucharri, Virgina Inocenti, Lido Iacomini, Ignacio Ivancich,Noé Jitrik, Leonardo Pérez Esquivel, Lidia Quinteros (cartoneros-Tren Blanco), Gregorio Levenson, Ana Teresa Lorenzo, Eladio Martínez, Mario Mazzitelli, Tununa Mercado, Carlos Mogliano, Jorge Selser, “Pino” Solanas, Lita Stantic, Rep, Héctor Valle, Alfredo Villalba, Guillermo Wierzba, además de Bonasso, Castro y Girotti, entre otros.