“Vamos a defender la toma con nuestra vida”, afirmó Andrés Blanco, 26 años, encargado de compras de Zanon. Así reaccionaron los ceramistas neuquinos al conocer la fecha que puso la Justicia para el desalojo de la fábrica, que funciona bajo control de los trabajadores desde hace un año y medio. Aunque la toma tiene un fallo favorable de la justicia laboral confirmado en segunda instancia, y la Corte Suprema rechazó el recurso de los patrones, una jueza civil neuquina estableció que el 8 de abril se procederá al inventario y toma de posesión, en ejecución de una orden del juez nacional en lo comercial Germán Páez Casteñeda. “Puede ser antes o después de esa fecha”, especula Gustavo Báez, también de compras. Y por eso permanecen alerta. “Están midiendo fuerzas para ver nuestro grado de organización, si el apoyo que recibimos es real”, agrega Blanco. ¿Quiénes llevarán a cabo la medida? Los síndicos de Zanon Enrique Picado y Jorge Levy, a la sazón superintendente de AFJP y superintendente de Bancos del Banco Central, respectivamente. Aunque los abogados de los obreros plantearon la incompatibilidad del estudio Picado-Levy, fueron ignorados.
Miriam Bregman, del Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (Ceprodh), explicó a Página/12 que el juez dejó la administración en manos de la empresa y de los síndicos. “Los empresarios están condenados por lock out por haber vaciado e intentado cerrar la planta con previos despidos. Y los síndicos de Zanon son funcionarios de Duhalde. Le dijimos al juez que esto es totalmente incompatible pero nos ignoró”, expresó.
–Zanon no admite el vaciamiento y dice que la mantendrán abierta.
–Los balances falsos demuestran lo contrario. Decían tener un saldo a favor de un millón de pesos. Ahora los últimos balances les dan un saldo negativo de 15 millones por el mismo período. No los habían presentado hasta la semana pasada y sus síndicos tuvieron que reconocer, incluso, que no tienen documentación que los respalde. Esto demuestra que el concurso por quiebra es trucho. Zanon no podía pagar no porque la empresa no produjera sino porque sus intenciones eran vaciarla, cerrarla y despedir.
–Pero Zanon puede decidir cerrarla porque es el dueño de la fábrica.
–Existe la legalidad pero también la legitimidad. En este contexto social no lo aceptamos, pero también nos acompaña la legalidad. La discusión es siempre política, es qué jurisprudencia establecen. Atacan Zanon como emblema, pero quieren avanzar sobre el movimiento. No es casual que el gobernador Jorge Sobisch haya cerrado su acuerdo con Carlos Menem. El desalojo sería una muestra de lo que es el orden para ellos.
Blanco y Báez también vinieron a Buenos Aires a comprar materias primas. Unas 1500 personas viven de lo que produce Zanon, donde se organizaron en una estructura que rompió con el modelo sindical, deciden todo en asamblea y se fijaron todos el mismo salario. Crearon 20 nuevos puestos de trabajo. “Tenemos un proyecto que va más allá del trabajo genuino, un plan de obra pública con el excedente que antes se llevaba la patronal”, describen.
–El desalojo parece inminente. ¿Qué actitud tomarán?
–Decidimos defender la toma con la vida misma. Zanon se transformó en un referente. Por eso la lucha es por mantener este modelo con el que demostramos que es viable una empresa con los medios de producción en manos de obreros. Apuntamos a la estatización, sin deuda porque Zanon debe millones al Estado, pero con control de trabajadores y no de funcionarios.
–¿Cómo lo vive la comunidad neuquina?
–Los docentes de ATEN escribieron en el cuaderno de comunicaciones de sus alumnos que sus papás tienen que ir a defender Zanon, un hecho de solidaridad de clase casi inédito... En la Rock & Pop local hicieron una encuesta sobre los hechos más trascendentes del año pasado y salió primero Zanon, seguido por el recital de los Red Hot Chilli Peppers en Capital... Nosotros tratamos de responder con donaciones.