Los coqueteos entre el PRO de Mauricio Macri y el radicalismo tendrán hoy un capítulo especial, cuando el jefe de Gobierno porteño visite al intendente de la ciudad de Godoy Cruz, Alfredo Cornejo, presidente del radicalismo mendocino. Si bien Cornejo aclaró que se trata solo de la firma de un convenio de cooperación cultural, no descartó un eventual acuerdo político en el futuro. Además, es la primera vez que Macri se reúne con una autoridad política dentro del radicalismo. Desde el alfonsinismo, en cambio, salieron a desmentir un acuerdo, mientras que el titular del Comité Nacional Mario Barletta, intentó calmar los ánimos.

“Con el socialismo tenemos más coincidencias que con el PRO, pero hoy el radicalismo no tiene que abocarse a discutir con quién construye una nueva alianza electoral” sino a “reinstalarse como alternativa importante frente a la sociedad”, dijo el diputado alfonsinista, Miguel Bazze. Según el diputado, “la mayoría de los radicales” se opone a un acuerdo con el PRO, con quienes tiene diferencias “insalvables”. Bazze agregó que “se pueden encontrar coincidencias (con el PRO) sobre algunas cuestiones en las que todos podemos acordar desde lo republicano y el respeto a las instituciones, pero no cuando empezamos a discutir temas de economía, Estado, salud y educación”.

Tomando distancia y tratando de evitar los cruces, Barletta sostuvo que el radicalismo “necesita un cambio cultural; que cada diferencia que tengamos no puede ser resuelta con expulsiones, con fracturas internas”. Según Barletta “hay que entender que es posible crecer en el marco de las diferencias” internas. Se trata de una respuesta a las declaraciones de Ricardo Alfonsín, quien había reclamado que aquellos radicales que quisieran hacer un acuerdo con el PRO “se vayan de una vez”.

“El principal vínculo que el partido tiene que restablecer es con la sociedad”, agregó Barletta y reconoció que “bastante alejado de ella está”.