EL PAíS
› LILIANA CHIERNAJOWSKY DEJO EL PARTIDO
Adiós al ARI tras 18 meses
Por disidencias políticas con “el giro al centro” de Carrió y cansada de las constantes críticas a su marido, Chacho Alvarez, la ex legisladora dejó el partido que ayudó a fundar. Lo hizo en silencio pero acompañada por otros líderes. Además, confiesa un cansancio con la política argentina.
› Por José Natanson
La ex legisladora Liliana Chiernajowsky, una de las fundadoras del ARI, abandonó el partido de Elisa Carrió. Lo hizo en silencio, buscando preservar su relación personal con la chaqueña, pero con buenos motivos: el cuestionamiento al rumbo político que adoptó Carrió y el malestar por algunas declaraciones contra su marido, Carlos “Chacho” Alvarez, redondearon una decisión en la que también pesaron razones personales.
Apenas ingresó al ARI, en septiembre del 2001, Carrió le dio a Chiernajowsky un rol central en el nuevo partido: la designó como encargada de la relación con las ONG, con las que la chaqueña pretendía articular un vínculo especial. Más tarde, cuando la fuerza se fue formalizando, Chiernajowsky integró, junto a otros diez dirigentes, la mesa del ARI de la Capital.
Se acercaban las elecciones de octubre de 2001, en las que el ARI debutaría como partido. Carrió quiso sumar a Chiernajowsky como candidata, pero el Socialismo Democrático, que en ese entonces era el principal sostén de la fuerza, la vetó. “No fue candidata por la mezquindad de otros”, diría la chaqueña un año más tarde.
Un año y medio después de su ingreso, Chiernajowsky decidió abandonar el ARI. Según confiaron sus íntimos, varios motivos confluyeron para que adoptara la determinación. Algunos políticos, vinculados a la orientación que Carrió le imprimió al ARI. “La decisión de abandonar rápidamente el espacio de Bambalinas y la lucha por el que se vayan todos. El giro al centro representado por la incorporación de Gustavo Gutiérrez a la fórmula, el modo en que se definieron las candidaturas”, enumeró un dirigente cercano a Chiernajowsky.
No se fue sola. La legisladora Beatriz Baltrok, amiga y compañera de militancia de Chiernajowsky, anunció la semana pasada su salida del ARI. Aunque aclaró que se trató de una decisión personal, sus motivos coinciden, casi calcados, con los de la ex legisladora. “Era algo que veníamos pensando junto a un grupo de compañeros, por diferencias políticas con el ARI. Respetamos el liderazgo de Carrió, pero creemos que no ha sabido construir un frente político distinto, que no se abrió a organizaciones sociales y sindicales como la CTA y que no avanzó en la articulación de un espacio más amplio, que represente a todo el arco del centroizquierda. Tampoco estamos de acuerdo con la decisión de respaldar a Aníbal Ibarra en la Capital”, explicó Baltrok.
Un dirigente del ARI amigo de Chiernajowsky aseguró que, además de las motivaciones políticas, pesaron razones de carácter más personal: la ex funcionaria –dijo– está harta de los vaivenes de la política argentina luego de décadas de militancia. Y está cansada, también, del antichachismo que predomina en muchos sectores del ARI. No sólo entre los socialistas, que ya abandonaron la alianza con Carrió, sino también entre muchos frepasistas que, luego de emigrar, hicieron de la crítica al ex vicepresidente un deporte cotidiano.
En cuanto a Carrió, siempre trató a Alvarez con una mezcla de afecto y condescendencia. “Me pareció una irresponsabilidad que abandonara así la lucha”, dijo sobre su renuncia. “Es un hombre que se ha equivocado y yo he sido una de sus más duras críticas, pero es un hombre honesto”, sostuvo después, en abril de 2001. En septiembre del año pasado, cuando la consultaron sobre la posibilidad de que Alvarez ocupe un cargo en un eventual gobierno del ARI, la chaqueña lo mandó al exterior. “Ministro no va a ser, pero podría cumplir alguna función importante fuera del país. Podría ser embajador”, aseguró Carrió.
Sean cuales fueren los motivos, lo cierto es que Chiernajowsky se alejó de Carrió sin estruendo, pero decidida. No es el único caso. Un mes y medio atrás, Mario Cafiero declinó la candidatura a gobernador bonaerense y, aunque no rompió con la fuerza, aseguró que la forma en que se habían conformado las listas legislativas no se compadecía “con el planteo denueva política”. La semana pasada, el dirigente Juan Carlos Dante Gullo abandonó el ARI denunciando prácticas “autoritarias”. Aunque se trata de circunstancias diferentes, estos casos se suman al divorcio de Carrió con los socialistas y revelan las dificultades que tiene la chaqueña para contener a sus seguidores.