El ex ministro de Economía Domingo Cavallo aseguró que está analizando su regreso a la política porque considera que no existen “alternativas frente al desmanejo que está haciendo este gobierno” en materia económica. Y sostuvo que lo haría porque “no hay alternativa ni oposición, ya que todos dicen que harían más o menos lo mismo pero sin corrupción, cuando tendríamos que darnos cuenta de que estamos a contramano del mundo”.

El ex jefe de la cartera económica durante las gestiones de Carlos Menem y Fernando de la Rúa e impulsor de la convertibilidad en la década del ’90, consideró que “económicamente vamos mal” y que “este tipo de manejo económico que hace el Gobierno es el mismo manejo que hace Venezuela”. Desde la óptica del ex funcionario, “la economía no está funcionando para las condiciones favorables del mercado internacional que tiene la Argentina, y cada uno trata de defenderse como puede, sobre todo las grandes empresas, que tienen miedo de las represalias del Gobierno”.

Consultado sobre la relación con Brasil, señaló que “muchos brasileños, tanto empresarios como del gobierno (de ese país), están disgustados con la Argentina por las trabas que se ponen al comercio”. Y agregó que “de hecho, la Argentina, teniendo una moneda mucho más devaluada que Brasil, puso más trabas al comercio bilateral”, por lo cual, según apuntó, “los brasileños están mirando más su rol en la economía mundial y han perdido interés en el Mercosur y en la Argentina”.

El activo ex ministro de Economía hizo masivas las mismas opiniones que viene volcando en su sitio web, donde abunda en críticas al gobierno de Cristina Kirchner e incluso también al del ex presidente Eduardo Duhalde. “La vuelta al peor pasado de la Argentina, representado por las décadas del ’70 y del ’80, no comenzó con la expropiación del 51 por ciento de las acciones de YPF que pertenecían a Repsol. Tampoco con la confiscación de los fondos de pensiones, ni con las estatizaciones de Aerolíneas Argentinas y Aguas Argentina. Ni con la creación de Enarsa ni con el control de precios, las cuotas de exportación y las retenciones que llevaron al desmantelamiento de miles de tambos, a la reducción dramática del stock ganadero y a muchos otros desastres productivos. Tampoco comenzó con las importaciones y las restricciones a la venta de divisas y los demás desmanejos a los que asistimos desde 2002”, dice en su última nota editorial, que generó 322 comentarios. “La vuelta al peor pasado comenzó con el golpe institucional que se extendió del 19 al 30 de diciembre de 2001, y digo 19 y 30 porque el golpe logró su objetivo cuando los representantes de los dos principales partidos, el peronismo y el radicalismo, designaron a Eduardo Duhalde como presidente”.