Ante el reclamo presidencial de “sensatez” a los dirigentes sindicales y empresarios para las negociaciones paritarias se dieron por aludidos varios gremialistas alineados detrás del camionero Hugo Moyano en la disputa interna por la conducción de la CGT.

El origen del enojo del moyanismo fueron las declaraciones de CFK en el acto del jueves en la Casa de Gobierno donde recalcó que “cuando se pudre todo, los dirigentes se van a su casa y nunca son pobres y los que quedan sin trabajo son los trabajadores”. El judicial Julio Piumato fue uno de los más tempraneros en salir a responder. “Respecto de si los dirigentes se borran o se van, no es así, los que se van en general son los políticos”, dijo.

Facundo Moyano, jefe del gremio de peajes, salió en defensa de su padre a través de Twitter, una de sus vías preferidas. “En los ’90 Moyano también fue corporativo, sectario y poco solidario! Los maestros, aeronáuticos, camioneros, petroleros, metalúrgicos y trabajadores del subte no son sectarios ni quieren hacerle mal a los argentinos”, escribió Facundo en varios tuits destinados al tema.

El textil Jorge Lobais pareció el más incisivo por una de sus frases (“Todos los presidentes no viven como el Pepe Mujica tampoco”), pero en realidad sorprendió con sus elogios a los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner, a los que reconoció el resurgir de su actividad y su lucha en común contra el trabajo en negro. Más curioso aún para un dirigente hasta ahora alineado con Moyano, resaltó la necesidad de que el gremialismo trabaje en conjunto con el Gobierno.