La aspiración presidencial del gobernador bonaerense a más de tres años de las elecciones generó un debate entre oposición y oficialismo en la provincia de Buenos Aires. “Está bien que quiera ser presidente, pero fue apresurado”, destacó el diputado bonaerense Fernando “Chino” Navarro, así como el diputado kirchnerista Martín Sabbatella aseguró que “tiene una concepción absolutamente distinta del rumbo que gobierna hoy a la Argentina”. El ex jefe de Gabinete Alberto Fernández, que viene de criticar la expropiación de YPF, aunque después se supo que tenía un contrato con Repsol, ahora salió en defensa del gobernador, de quien dijo que “llegó a un nivel de saturación” en la relación con su vice, Gabriel Mariotto.

“Me parece muy bien que Daniel Scioli anticipe su deseo de competir en 2015 y que se prepare para participar de la interna, por ahí nos gana”, señaló el diputado Carlos Kunkel con ironía, ante la aspiración política del gobernador bonaerense revelada el fin de semana. En medio de la interna entre los dos integrantes del Ejecutivo bonaerense, el sinceramiento político de Scioli obligó a tomar partido por uno u otro a la mayoría de los dirigentes en la provincia de Buenos Aires. “La lealtad que presumía era especulación para llegar a ser el candidato del kirchnerismo”, señaló Oscar Laborde, funcionario de la Cancillería y conocedor del terreno bonaerense.

El sciolismo comenzó con los ataques contra Mariotto en el mismo momento en que se anunció la fórmula que encabezaría la lista para el Ejecutivo bonaerense. El dirigente de Lomas de Zamora fue impulsado hasta allí por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner por su participación central en la pelea por la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, uno de los caballitos de batalla del kirchnerismo en el último tramo del primer mandato de la Presidenta. Incómodo ante lo que entendió como una imposición, Scioli se dedicó a agrupar a distintos sectores para conformar un espacio sciolista que le responda y lo apoye en su proyecto para arribar a la Casa Rosada. Una agrupación –la Juan Domingo– encabezada por el ex intendente de Avellaneda, Baldomero “Cacho” Alvarez, se presentó en sociedad el fin de semana pasado, aunque todavía con escasa representatividad.

“Falta mucho para el 2015 y nuestra obligación es trabajar para resolver los problemas de la sociedad”, destacó Navarro, dirigente del Movimiento Evita. Aliado del sciolismo, pero con severas diferencias sobre la política de Seguridad, Navarro explicó que no le había sorprendido “que Scioli quiera ser presidente, es legítimo, pero muy apresurado”. En la misma línea, aunque desde la oposición al sciolismo, se expresó el ex intendente de Morón Martín Sabbatella. “Se disfraza de kirchnerista para poder hacer una suerte de herencia de un proceso y poder recontinuar en el poder”, sostuvo el líder de Nuevo Encuentro y viejo opositor al gobernador. “Tiene una concepción absolutamente distinta del rumbo que gobierna hoy a la Argentina”, dijo y agregó que “Scioli es una persona que se acomoda a los vientos que soplan”.

Quien salió en defensa del gobernador fue el ex jefe de Gabinete Alberto Fernández. “Scioli llegó a un nivel de saturación” en la relación con Mariotto y atacó con dureza al vicegobernador al recordarle que “hablar de que la Presidenta es depositaria del amor de su pueblo y eso legitima todo, es cuanto menos payasesco”. El ex funcionario kirchnerista que renunció por pedido de la propia Presidenta al final del conflicto por las retenciones móviles hizo referencia al conflicto y acusó a Mariotto de “revivir el Grupo A, que votó en contra de la 125 y sumó a toda la oposición al gobierno de Cristina”, en alusión al pedido de informes sobre la publicidad estatal que votó el bloque de senadores bonaerenses.