Sáb 16.02.2002

EL PAíS  › SCHROEDER APOYO AL GOBIERNO PERO PONIENDO CONDICIONES

Nada de negociaciones bilaterales

Duhalde lo trató de “amigo” y el Gobierno celebró su visita. Pero el canciller alemán dejó en claro que no habrá apoyo a nuestro país fuera de las negociaciones con el FMI. Y que le da la razón a Siemens en el conflicto que tiene con Argentina por los DNI.

› Por Santiago Rodríguez

El presidente Eduardo Duhalde lo trató de “amigo” y hasta tuvo el gesto de ir personalmente a Ezeiza a despedirlo en señal de agradecimiento, pero lo único concreto que obtuvo de Gerhard Schroeder fueron palabras y expresiones de comprensión. Es que el canciller de Alemania aseguró que su país “está muy dispuesto a ayudar y prestar respaldo” financiero a la Argentina, pero en el marco de las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y no en forma directa, y condicionó el aumento y mantenimiento de las inversiones alemanas a “que no se produzcan medidas proteccionistas”. Schroeder también fue claro frente a la situación planteada con Siemens por la rescisión del millonario contrato para la confección de los DNI: “Obviamente –declaró–, el gobierno alemán apoya la posición de la empresa alemana”.
La visita de Schroeder al país guardará relación con la expectativa que había generado sólo en el caso de que sus palabras de apoyo se traduzcan en un auxilio financiero concreto del FMI a la Argentina. La llegada de Schroeder –quien ayer regresó a Alemania país después de permanecer apenas 20 horas en Buenos Aires– era aguardada por los funcionarios del Gobierno no sólo por ser el primer colega europeo que venía a ver a Duhalde desde que está en la Casa Rosada, sino porque es además el jefe de Estado de uno de los países con mayor peso dentro del FMI e integrante del poderoso G-7.
“No soy partidario de negociaciones bilaterales”, fue una de las primeras definiciones que dejó el canciller alemán. Esto es en otras palabras, que Alemania no auxiliará en forma directa a la Argentina.
Después de aclarar ese punto, Schroeder sí dejó abierta la posibilidad de colaborar a través de los organismos multilaterales. “Pienso –dijo– que tenemos que concentrar los esfuerzos en las negociaciones con el FMI para ver si se puede prestar una ayuda razonable”.
La fórmula que propuso el alemán para destrabar las negociaciones con el FMI es la misma que aplicó Mostaza Merlo y que tanta felicidad le dio a los hinchas de Racing: “Lo que se debería hacer es empezar realizando las medidas paso a paso y prestar al mismo tiempo la asistencia también paso a paso. Tenemos que evitar que se produzca un círculo vicioso, que por una parte se diga que se requiere un saneamiento completo antes de prestar ayuda y por el otro que se espere esta ayuda para tomar medidas.” Schroeder remarcó, además, que la Argentina “puede sentirse respaldada por el G-7”, a partir de la declaración de los ministros de Hacienda de los siete países más industrializados del mundo reunidos recientemente en Canadá, donde ratificaron la necesidad de ayudar al país a través del FMI.
El interés del Gobierno pasaba, además de la promesa de ayuda financiera que pudieran recibir, por hacerle entender a Schroeder que “la Argentina no puede soportar la asfixia financiera y comercial al mismo tiempo” y así conseguir una mayor apertura de los mercados en la Unión Europea. Ese bloque, por ejemplo, tiene un cupo de importación de carne argentina de 28 mil toneladas y ya hay un pedido concreto para que sea extendido.
“Alemania siempre es partidaria de la apertura de los mercados para las importaciones agrícolas porque no queremos correr el peligro de que no se abran los mercados sudamericanos para nuestros productos”, sostuvo Schroeder y ya que estaba en ese tema dejó una advertencia: para que las inversiones alemanas continúen en la Argentina “se requiere que no se produzca medidas proteccionistas”.
A propósito de inversiones alemanas, Schroeder habló también de Siemens y señaló “el gobierno alemán apoya la posición de la empresa, pero no tomamos parte en la negociación”. En su comitiva llegó también a Buenos Aires el titular de esa firma, Heinrich von Pierer, quien por la tarde analizó el tema con el ministro de Economía, Jorge Remes Lenicov.
En el Ministerio del Interior –la otra área encargada del asunto– avanzan en la definición de la indemnización que le corresponde a Siemens. La empresa reclama un resarcimiento de más de 600 millones de pesos contralos 180 que en principio habría disposición de reconocerle por las inversiones realizadas. Sin embargo, todo lo que sea un gasto extra es prácticamente imposible de afrontar y por eso en Hacienda empiezan a ver con buenos ojos la posibilidad de reestablecer el contrato con Siemens.
El balance que Duhalde hizo de la visita de Schroeder fue que “va a hacer todo lo posible para ayudarnos”. Agregó que es “amigo” de la Argentina: “ha venido en momentos difíciles y para extendernos su mano”.

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