EL PAíS › EL CAMIONERO ASEGURO QUE “NO VAMOS A ENTREGAR ESTA CGT”
De acuerdo con sus números, ayer asistieron 157 de 254 congresales. Ratificaron la convocatoria para la elección de nuevas autoridades del 12 de julio en Ferro. Los gremios enrolados en la oposición la desconocen.
› Por Julián Bruschtein
“¿Por qué la inmensa mayoría no viene a discutir el problema de los trabajadores con la inmensa minoría? Nos llama la atención cuando hablan de unidad y no vienen al consejo directivo y al confederal”, se preguntó el líder de la CGT, Hugo Moyano, azuzando a sus rivales que resolvieron no asistir al Comité Central Confederal. A pesar de la ausencia de los gremios opositores, en la reunión se ratificó la convocatoria al congreso del 12 de julio en el microestadio de Ferro para elegir autoridades. Según los números oficiales “de 254 congresales habilitados asistieron 157”. También aseguraron que participaron seccionales de algunos gremios de la oposición a Moyano.
“Este confederal sesionó cumpliendo con todas las de la ley a pesar del vaciamiento que intentaron hacer algunos compañeros que, a nuestro entender, están absolutamente equivocados”, sostuvo Moyano frente a sus seguidores en el salón Felipe Vallese. Sentado en el estrado, a su lado se encontraban el duhaldista Gerónimo Venegas, de la Uatre, y el municipal Amadeo Genta, en un gesto de apoyo fuerte en la pelea por mostrar gremios con caudal importante de afiliados y congresales para la elección del 12 de julio. “Muchos dicen que Moyano está solo, que Moyano esto y lo otro, pero Moyano está más fuerte que nunca y eso es porque yo sí me fortalezco en la adversidad”, señaló el camionero levantando al público de sus asientos que respondía a la arenga de su líder.
Con la ratificación del congreso en Ferro, el moyanismo dio muestras de que no va a retroceder en sus planes. A pesar de los intentos por parte del bloque antimoyanista de aislar al dirigente cegetista para que cediera en su intención de liderar la central obrera por un nuevo período, Moyano no da el brazo a torcer. No se vio en el recinto de Azopardo a los sindicatos enrolados en la oposición al camionero, como lo habían resuelto en la reunión de la tarde del martes en la Uocra, donde juntaron 70 sindicatos, y la ausencia se notó. La disputa por una CGT unida parece encaminarse a una pelea judicial acerca de la legalidad de los actos que realicen unos y otros, tal y como empezó con la reunión de Consejo Directivo del 23 de abril en la que se convocó al CCC. Los Gordos, Independientes y barrionuevistas enviaron una impugnación política de aquella reunión al seno de la mesa de conducción y el lunes pasado ratificaron su postura con una carta documento que llegó al Ministerio de Trabajo.
Moyano llegó bien temprano flanqueado por sus hijos, Pablo y Facundo, ambos dirigentes gremiales, uno del sindicato de camioneros y el otro del gremio de los peajes. “Teníamos algunas dudas sobre algunos compañeros que coquetearon un poco con los opositores, pero finalmente vinieron. Hay otros que ya cruzaron al otro lado que la van a tener difícil después”, aseguró un dirigente del moyanismo a este diario apuntando al taxista Omar Viviani, quien se propone como uno de los posibles candidatos del espacio opositor para reemplazar a Moyano. Viviani dejará en estos días la Confederación Argentina de Trabajadores del Transporte (CATT), entidad que reúne a los sindicatos de las ramas del transporte terrestre, marítimo y aéreo, y su lugar lo ocupará un aliado incondicional de Moyano: Juan Carlos Schmid, presidente de la Federación Marítima Portuaria e integrante de la mesa chica del camionero.
Para demostrar que a pesar del vacío del bloque antimoyanista al Confederal, se nombró como “delegados fraternales” a representantes de los gremios de Luz y Fuerza de la seccional Patagonia y a otro del sindicato de Comercio de Lanús y Avellaneda. En su intervención, Moyano atacó con dureza al gobierno nacional, acusándolo de que “están ofreciendo plata, dinero de APE, pero te dicen ‘favor con favor se paga, tenés que ir a tal reunión o no tenés que ir a otra reunión’”. En esa línea, el líder de la CGT mostró su alejamiento con las políticas del kirchnerismo, olvidando la alianza que lo mantuvo en la cima del poder sindical durante ocho años. “Eso es lo que están haciendo porque lo que hemos logrado es muy importante”, y advirtió que el Gobierno “no tiene la intención de mantener una política favorable para los trabajadores”.
Casi al finalizar el acto, el camionero le mandó un mensaje a sus opositores. “No vamos entregar esta CGT, no la vamos a entregar, como pasó históricamente en otros tiempos cuando se sentaban acá a entregar los derechos de los trabajadores, no lo vamos a hacer, ni vamos a permitir que lo hagan otros”, apuntando directamente contra el sector de los Gordos que estuvieron al frente de la central obrera durante el menemismo. Con la Marcha Peronista de fondo anunciando el final del acto, un dirigente se ilusionaba con las repercusiones del Confederal: “Ahora se van a empezar a acercar los sindicatos, que ven que esto va en serio”.
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