EL PAíS › LA CAMARA FEDERAL RECHAZO TODOS SUS PLANTEOS Y SERIA JUZGADO POR EL ATENTADO A LA AMIA
Con el rechazo, la causa avanzará hacia el juicio que se realizaría a comienzos del año próximo, 19 años después del ataque. Sin embargo, el armador de autos podría presentar recursos para intentar posponerlo.
› Por Raúl Kollmann
La Sala I de la Cámara Federal rechazó ayer todos los planteos de la defensa de Carlos Telleldín, hoy abogado pero en 1994 armador de autos con partes robadas, por lo cual El Enano, como le decían a Telleldín, tendría que afrontar un juicio oral por el atentado contra la AMIA, tal vez a principios del año próximo. Telleldín pidió la nulidad, por ejemplo, del hallazgo del motor de la Trafic que estalló en la AMIA. También de las pericias que se hicieron en aquel momento, así como de su propia detención pocos días después del ataque. La Cámara rechazó todos sus planteos y el expediente avanzará hacia el juicio oral, aunque es seguro que Telleldín presentará una apelación a lo decidido por la Cámara. En el juicio que se viene, el fiscal Alberto Nisman y las partes querellantes tendrán la difícil tarea de probar –con 19 años de atraso– que Telleldín entregó aquella Trafic a los terroristas sabiendo que iba a ser para un ataque. E incluso habrá un debate sobre si Telleldín, en caso de ser hallado culpable, debe volver a la cárcel, ya que estuvo en Devoto diez años y luego fue absuelto en el primer juicio oral del caso AMIA.
La posibilidad de volver a enjuiciar al Enano surgió a raíz de un fallo de la Corte Suprema de 2009 en el que se confirmó gran parte del durísimo fallo del Tribunal Oral Federal N0 3 que encabezó el primer juicio. El TOF dijo que la investigación del atentado fue “un armado al servicio de políticos inescrupulosos”, dando a entender que se le buscó una solución falsa a la pesquisa para responder a los reclamos de los familiares de las víctimas y a la opinión pública. Sin embargo, la Corte dijo que la primera parte de la investigación no debía ser anulada. La causa se desvió después, tratando de endilgarles la responsabilidad a policías bonaerenses en tiempos de Eduardo Duhalde.
Convalidados esos primeros días de investigación, habrían quedado firmes las pruebas contra Telleldín, quien armó la Trafic que luego estalló en la AMIA. El Enano dio distintas versiones sobre a quién le entregó la camioneta el 10 de julio de 1994, ocho días antes del atentado: habló de personas con rasgos orientales y acento centroamericano y luego de un informante de la Bonaerense. Como prueba objetiva quedó un llamado a su casa de un ciudadano de origen siriolibanés, Alberto Kanoore Edul, que –según la Justicia– nunca pudo explicar por qué se comunicó con Telleldín. La prueba clave que orientó la causa contra Telleldín fue el motor hallado entre los escombros. El Enano argumentó que nunca quedó claro cómo encontraron ese motor los rescatistas israelíes, pero el hallazgo fue convalidado tanto en el juicio oral como por los tribunales de apelación. Hasta ahora nunca nadie presentó una evidencia de que el motor hubiera sido puesto allí como prueba falsa, algo inverosímil si se considera que tiene todos las secuelas de la explosión. Es más, el Tribunal Oral evaluó como evidencia de máxima importancia que una víctima perdió la vida porque se le incrustó un amortiguador, producto del estallido.
El fiscal Nisman y las querellas de los familiares y las instituciones judías –Memoria Activa, Familiares de las Víctimas, Apemia, DAIA y AMIA– tendrán que demostrar que Telleldín entregó conscientemente la camioneta a los terroristas y que, por lo tanto, fue parte del plan del atentado. El Tribunal Oral, después de tres años de juicio, dijo en su fallo que no existía ninguna evidencia de esa naturaleza, pero Nisman considera que aportará nuevos elementos para demostrarlo. Al menos por ahora, nunca se pudo determinar dónde estuvo la camioneta los ocho días anteriores al atentado, de dónde salieron los explosivos, quién realizó el armado y quién condujo el vehículo hasta incrustarse en la AMIA. En lo referente a Telleldín, no será fácil probarle cosas después de 19 años.
Lo más probable es que Telleldín apele la resolución de ayer llegando a Casación e incluso a la Corte. Tiene pocas chances de que acepten esos recursos, pero lo hará para ganar tiempo. Igual, el proceso puede seguir mientras tanto, designándose un Tribunal Oral para realizar todo el trabajo previo al juicio y concretar la instrucción que falta. La idea es que las audiencias empiecen a principios de 2013.
Un tema no menor es que Telleldín argumentará, en caso de ser condenado, que ya cumplió con la pena. Es que estuvo diez años preso antes de ser absuelto en 2004 y cuando se produjo el atentado regía la llamada ley del dos por uno. Según su cálculo ya tendría cumplidos 18 años de prisión, muy cerca de lo que entonces regía como tiempo de pena para pedir la libertad condicional en una condena a prisión perpetua. Nisman, en cambio, afirma que si Telleldín es condenado a reclusión perpetua, no regirá el dos por uno y tendrá que cumplir diez años más de prisión.
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