Dom 04.05.2003

EL PAíS  › RODRIGUEZ SAA CONTRA LA MAYORIA DE SUS DIRIGENTES

“Jamás lo votaría a Kirchner”

El tono del encuentro del adolfismo de ayer fue abiertamente antimenemista. Pero el ex candidato postergó todo hasta el 16 y gritó para frenar una definición del MNyP por Kirchner.

› Por Martín Piqué

Los discursos se habían ido sucediendo por horas y horas cuando, ya avanzada la tarde, llegó el turno de Adolfo Rodríguez Saá. En su condición de ex candidato, “El Adolfo” presidía el plenario nacional del Movimiento Nacional y Popular (MNyP). Lo rodeaban unos trescientos dirigentes de todo el país, alojados desde la mañana en las instalaciones del Hotel Cruz de Piedra, a veinte kilómetros de la ciudad de San Luis. A la hora de hablar, la mayoría había criticado al menemismo y a su modelo neoliberal de la década del 90. Si las decisiones se tomaran por consenso, era esperable que el puntano –tras escuchar tantos discursos antimenemistas– anunciara que haría campaña contra Menem con vistas al ballottage. Sin embargo, Rodríguez Saá postergó toda definición y convocó a otro encuentro para el 16 de mayo, apenas dos días antes del ballottage.
Con esa resolución, el ex candidato presidencial dejó al descubierto lo que en su movimiento ya se venía incubando desde la derrota electoral del 27 de abril. La tentación de presentarse como la pieza clave del ballottage –que Rodríguez Saá no pudo resistir cuando invitó a San Luis a los competidores de la segunda vuelta– trajo más problemas que utilidades. También profundizó algunas divisiones preexistentes, en especial entre los dirigentes bonaerenses y el entorno más cercano al Adolfo, incluyéndolo a él mismo y a su hermano Alberto.
Ayer a la tarde, el ex candidato intentó fundamentar su decisión. Dijo que el MNyP se volvería a reunir el viernes 16 de mayo en la localidad de Luján, San Luis, para “evaluar cuál de los dos candidatos, Néstor Kirchner o Carlos Menem, se compromete a aplicar nuestro programa de gobierno de 125 puntos”. Según El Adolfo, su resolución tampoco era dejar en libertad de acción a sus votantes. Más allá de sus dichos, la idea de convocar a otro plenario a dos días del ballottage parece una salida elegante para evitar un pronunciamiento en contra de Menem (y por lo tanto a favor de Kirchner). Es, también, una forma de evitar que los miembros del MNyP salgan a apoyar públicamente a Kirchner, lo que produciría un lento desmembramiento de su fuerza. Ahora, quien quiera hablar a favor del santacruceño tendrá que hacerlo en solitario, a título individual.
El debate adolfista
El plenario de ayer comenzó cerca de las once de la mañana, con una presencia de casi trescientos dirigentes en el Hotel Cruz de Piedra, uno más de la extendida cadena que pertenece a Alberto, el hermano. La sesión empezó cuando aún no habían llegado los aliados más importantes del Adolfo: el camionero Hugo Moyano, el colectivero Juan Manuel Palacios, el ex carapintada Aldo Rico y el intendente de Merlo, Raúl Othacehé. Pero estos dirigentes ni siquiera aparecieron por San Luis, como habían anunciado unos días atrás. En representación de los sindicalistas estuvo el judicial Julio Piumato.
Las notorias ausencias fueron interpretadas sin muchas vueltas. Como admitía ayer un miembro del comando superior del MNyP, demuestran un virtual éxodo de las figuras del adolfismo que parecen haber iniciado un apurado retorno al duhaldismo. Consciente de estos pases, El Adolfo decidió apostar a la región que más lo votó –Cuyo– donde intentará consolidar el MNyP para competir con chances por las gobernaciones de San Juan, Mendoza y Córdoba. “Se despide de la provincia de Buenos Aires”, analizaba ayer en diálogo con Página/12 un dirigente del MNyP que estuvo en el plenario de San Luis.
La discusión del adolfismo comenzó con una catarata de críticas a Menem y al modelo neoliberal de la década del 90. Según un miembro del movimiento que también es candidato, la “inmensa mayoría” de los discursos fueron muy críticos con el riojano. Evidentemente, todavía estaba muy fresco el recuerdo de la foto en la casa de campo “La Madriguera”, donde Rodríguez Saá se abrazó casi sonriente con un Menem algo más serio. Paradesencanto y bronca del Adolfo, que esperaba cierto consenso en torno de la libertad de acción, los oradores fueron desplegando sus dardos para con el menemismo. Algunos hasta se animaron a hablar a favor de Kirchner y dijeron que había que apoyarlo en la segunda vuelta.
Entre los que hablaron en contra de Menem estuvieron el candidato a jefe de gobierno porteño Enrique Rodríguez, el candidato a vicegobernador de Córdoba –un intendente de la provincia enfrentado con José Manuel de la Sota– y un sanjuanino llamado Ricardo Basualdo, allegado al candidato a gobernador del MNyP. Hasta ahí era todo tranquilo, pero de repente un dirigente de Misiones pidió la palabra y acusó a los sindicalistas –léase Moyano, Palacios y Piumato– se regatear apoyo en su provincia y trabajar directamente para Kirchner. “Son unos traidores”, alcanzó a decir. Piumato lo amenazó con pelear pero todo se calmó rápidamente.
El hermano Alberto –a quien los propios dirigentes del MNyP consideran el ideólogo de los últimos movimientos del Adolfo– rompió el silencio para insistir con el tema del fraude. Para eso se valió de un artículo de Ambito Financiero, publicado el viernes, y de las imágenes difundidas por el programa “Kaos en la Ciudad”. Luego, Alberto responsabilizó a los aliados de Rodríguez Saá en la provincia –Rico, Moyano y Othacehé– por “no cuidar suficientemente las urnas”. Se refería, así, a una supuesta escasez de fiscales en algunos distritos del conurbano. La expectativa era el discurso de Adolfo, que esperó para hablar en el final. Y contra lo que esperaban varios de sus dirigentes, el ex candidato se lanzó con “un discurso agitativo”, como contó a este diario uno de los presentes.
“Yo jamás lo votaría a Kirchner”, aseguró El Adolfo en un momento. Esa fue la frase que más impactó a los asistentes al plenario. Lo dijo al borde de los gritos, como si estuviera arengando a una multitud y no analizando el escenario político con sus hombres de confianza. En otra parte de su discurso, el puntano cuestionó al menemismo pero enseguida compensó llamando “mafioso” a Eduardo Duhalde. “Estuvo más crítico con Duhalde y Kirchner que con Menem”, admitió luego a Página/12 uno de los testigos de la rabia adolfista. La decisión de Rodríguez Saá no se correspondió en casi nada con lo que se había escuchado durante el debate, donde predominó el tono antimenemista.
La pelota afuera
La solución que encontró Rodríguez Saá para terminar con el plenario fue postergar todo y convocar a otro encuentro para “reorganizar el MNyP” y, supuestamente, decidir si se apoya a alguno de los dos contendientes del ballottage. Para entonces, suponen las voces oficiales del adolfismo, Menem y Kirchner deberían haberse expedido sobre las 125 medidas del programa que propuso Rodríguez Saá. Si se otorga algún viso de seriedad a las últimas declaraciones de campaña –que son fugaces como las propias campañas–, es Menem quien ha manifestado su apoyo al plan neokeynesiano del Adolfo. Ayer, créase o no, Menem dijo que si gana llevará adelante un “New Deal” similar al de Franklin Roosevelt.

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