“El silencio de los diarios La Nación, Clarín y La Razón durante lo ocurrido en la dictadura fue premiado con la empresa Papel Prensa”, dijo ayer el canciller Héctor Timerman al declarar en el juicio por delitos de lesa humanidad cometidos en el denominado circuito Camps. “A mi padre lo secuestran y a los directivos de los diarios les entregaron Papel Prensa, ahí está la respuesta de por qué los medios buscaron crear un monstruo y decir que David Graiver y Lidia Papaleo de Graiver eran el gran enemigo de la República Argentina”, agregó. Además, Timerman denunció la participación de civiles en el secuestro y torturas a su padre, el periodista Jacobo Timerman, en centros clandestinos de detención durante la dictadura. Asimismo, su hermano, Javier Timerman, aseguró que las torturas sufridas por su padre son “una secuela de toda la vida”, y responsabilizó al entonces gobierno de la provincia de Buenos Aires por la destrucción que vivió su familia. “Mi vida no fue la misma, y no volvió a ser la misma después”, dijo.

Los hermanos Javier y Héctor Timerman relataron el secuestro y las torturas que sufrió su padre desde el 15 de abril de 1977 y la búsqueda hasta localizarlo –torturado y quebrado anímicamente– el 25 de mayo de ese año, en la alcaidía de la Policía Federal. “Yo me tuve que ir al exilio a los 16 años, luego que mi padre me dijera que acá (en Argentina) nunca íbamos a poder vivir por el ensañamiento personal (contra los Timerman)”, recordó Javier. Y detalló las secuelas físicas y psicológicas que sufrió su padre a raíz de su secuestro y torturas, como por ejemplo dolores en el cuerpo, y dificultades para caminar debido a la picana. “Estoy convencido, además, que la muerte de mi madre, a los 63 años, formó parte de esto, de la destrucción de su familia, de la imposibilidad de vivir con sus hijos, de la destrucción que causó este genocidio”, enfatizó.

“La excusa para interrogarlo era su supuesta conexión con el caso Graiver, pero una vez en cautiverio la principal pregunta era sobre su participación como líder de la subversión intelectual y el plan sionista para quedarse con la Argentina. Era interrogado por su condición de judío y de contaminador de las mentes de los jóvenes”, aseguró el hermano del canciller. Y responsabilizó por estos padecimientos a “las autoridades políticas a cargo del gobierno de la provincia de Buenos Aires” de ese entonces, en alusión al ex gobernador de facto Ibérico Saint Jean, y su ministro, el civil Jaime Smart, dos de los imputados en este juicio.

En el mismo sentido, el ministro de Relaciones Exteriores presentó informes del gobierno de Estados Unidos que dan cuenta del rol cumplido por el entonces gobernador bonaerense y su gabinete en el secuestro y torturas sufridas por Timerman. Se trata de cables que intercambiaban la Embajada de Estados Unidos y el Departamento de Estado norteamericano donde, según declaró el canciller, “queda claro el poder de decisión sobre el secuestro y las torturas a mi padre, y el rol clave de Saint Jean”.

El ministro relató que cuando encontraron a su padre “estaba llorando, golpeado, no podía parar de llorar y nos dijo ‘olvídense de mí, no voy a salir vivo de acá, no me visiten más, rehagan sus vidas’”. Ante el Tribunal Oral Federal 1 de La Plata precisó que antes de localizarlo se entrevistó con el represor Miguel Etchecolatz, en ese entonces jefe de Inteligencia de la policía bonaerense, a quien acudió a ver junto al rabino Marshall Meyer. “Meyer le dijo ‘yo sé que te robaste una oveja y yo soy el pastor de esa oveja y no me voy a ir de acá hasta encontrarla’”, dijo el canciller. Ante esas palabras, recordó Timerman, Etchecolatz miró al rabino y le dijo “por mucho menos hay gente que se fue de acá hecha humo”. Pero, luego, se comunicó con la familia y les informó dónde estaba el periodista, aunque en esa oportunidad sólo se les permitió verlo.