Arroz con papa, pan, buñuelitos, agua y mucho mate. Gorros o improvisadas túnicas para cubrirse del sol, sillas de plástico, baños químicos especialmente instalados. Los hombres y mujeres que ocuparon ayer la Plaza de Mayo se fueron preparados para pasar una larga tarde en la que el sol pegó fuerte. Eran los representantes de la Asamblea Nacional Piquetera, conformada por el Bloque Piquetero, un grupo de organizaciones de desocupados que no responden a los sectores que lideran Luis D’Elía y Juan Carlos Alderete. También había representantes de asambleas barriales, de organismos de derechos humanos como la Asociación Madres de Plaza de Mayo y militantes de partidos de izquierda. Todos se reunieron para debatir los puntos de un plan de lucha que votarán hoy en Avellaneda. El principal es una concentración para este miércoles, a dos meses de la renuncia del ex presidente Fernando de la Rúa. Será un cacerolazo y piquetazo con corte de vías de trenes incluido para conmemorar a los muertos de ese día y manifestarse contra el presidente Eduardo Duhalde.
Los piqueteros están divididos. Por un lado, la rama de desempleados la Corriente Clasista y Combativa, que dirige Juan Carlos Alderete, tiene buenas relaciones con la Federación de Tierra y Vivienda, que conduce Luis D’Elía y que integra la Central de Trabajadores Argentinos (CTA). Por el otro, está el Bloque Piquetero, que se reunió ayer en la Plaza desde el mediodía hasta las seis de la tarde. El Bloque está constituido por el Movimiento Independiente de Jubilados y Pensionados (MIJP) que conduce Raúl Castells –quien actualmente se encuentra detenido–, el Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), la Coordinadora Aníbal Verón, el Movimiento Territorial de Liberación (MTL); el Polo Obrero y el Frente de Trabajadores Combativos (FTC), entre otros grupos. En la Asamblea Nacional Piquetera de ayer, hubo, además de diferentes propuestas que serán votadas hoy a partir de las nueve de la mañana, fuertes críticas hacia D’Elía y Alderete (ver recuadro).
Hoy, a partir de las nueve y media, el Bloque Piquetero votará en el teatro Colonial de Avellaneda un plan de lucha que contempla una jornada de protesta para el miércoles, con cortes de rutas, cortes de vías de trenes en repudio a los despidos que hizo la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA) y cacerolazos.
En la asamblea de ayer hubo miles de personas. Hablaron decenas de oradores de diferentes organizaciones del país, cada uno de los cuales tuvo diez minutos para exponer. Se escuchó de todo: propuestas de nacionalización de la banca y restatización de las empresas privatizadas, exhortaciones al pueblo a organizarse “porque aunque muchos le dicen que no a la política tenemos que construir un proyecto político nosotros para tomar el poder”, críticas al gobierno de Eduardo Duhalde, reivindicaciones a “los compañeros piqueteros muertos” y advertencias sobre el período que se viene: “ya corrió demasiada sangre de los nuestros, es hora de que las balas les toquen a ellos”.
A las tres de la tarde, entró una columna de la Asociación de Madres de Plaza de Mayo, que conduce Hebe de Bonafini. “Madres de la Plaza/ el pueblo las abraza”, coreaba la gente. Un rato después, cuando le tocó hablar, Bonafini devolvió la gentileza. “En cada uno de ustedes, ha nacido uno de los queridos guerrilleros revolucionarios que son nuestros hijos” y pronosticó que “inexorablemente, la revolución está cerca”.
Cuando el locutor de la asamblea presentó a Nina Peloso, pareja de Castells, la Plaza se unió un canto: “Olé, olé, olé/ Olé, olé, olé olá/ A los asesinos la cárcel/ a los compañeros la libertad”. “No estamos dispuestos a parar nuestra lucha, no le vamos a dar ninguna tregua al gobierno de Duhalde”, dijo. Más tarde, habló un delegado de los Sin Tierra de Brasil, que insultaba en un castellano perfecto: “Todos los excluidos de Latinoamérica están mirando lo que pasa en la Argentina. La lucha en la Argentina es la misma que la de Brasil: tratar de cambiar este mundo de mierda dominado por el capital”. Pasadas las seis de la tarde, los piqueteros comenzaron a desconcentrar. Estaban cansados por el viaje y por el sol agobiante. Algunos, incluso, estaban sin dormir. Es que habían pasado la noche en vela en la Plaza, sumándose al cacerolazo del viernes a la noche. Los caceroleros también tuvieron gestos de apoyo hacia la asamblea de ayer: muchas asambleas barriales hicieron llegar su adhesión y algunas, como la de Parque Lezama, se hicieron presentes. Para demostrar que, al menos para un sector importante de los manifestantes del país, como decía uno de los carteles que podía verse ayer en la plaza, “Piquete y cacerola, la lucha es una sola”.