EL PAíS
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Con acusaciones cruzadas
No fueron precisamente flores las que el Bloque Piquetero les tiró ayer a los dirigentes Luis D’Elía, de la Federación Tierra y Vivienda, y Juan Carlos Alderete, de la Corriente Clasista y Combativa. “No estamos dispuestos a parar nuestra lucha. No estamos dispuestos a otorgarle una tregua de seis meses al Presidente Eduardo Duhalde como hicieron D’Elía y Alderete”, dijo Nina Peloso. Y fue aún más lejos en su acusación: “El 20 de diciembre se cagaron en los calzones y no estaban en la Plaza de Mayo”.
La acusación de Peloso, sin embargo, no parece tener asidero. Si hubiese tregua con el gobierno, no habría programada para el próximo miércoles una jornada de movilización para rechazar el proyecto de Presupuesto nacional para el 2002, que podría sancionar ese día o el jueves la Cámara de Diputados.
Pero los agravios no vienen de un solo lado. Alderete, por su parte, disiente con los métodos de lucha de Castells –sostiene que en cualquier circunstancia, un grupo reducido de manifestantes cortan rutas neurálgicas que impiden el paso de miles– y lo acusa de tener ambiciones presidenciales para el 2003.
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