“En nuestro país hay 19 millones de pobres e indigentes. Nuestra fábrica puede ser parte de la solución y no un problema”, planteó Celia Martínez durante la marcha con la que los trabajadores de Brukman pidieron la expropiación de la textil. La movilización fue desde Once a la Jefatura de Gobierno porteña, donde una delegación fue recibida por funcionarios de la Ciudad, quienes ofrecieron armar “un nuevo emprendimiento con máquinas y capital de trabajo”. Las trabajadoras sostienen que los empresarios deben “un millón de pesos a la municipalidad, otro millón ochocientos mil pesos al Estado nacional por impuestos impagos y 242 mil dólares al Banco Nación”, por lo que insistieron en el pedido de expropiación. No hubo acuerdo entre las partes y se realizará una nueva reunión el jueves, en la Legislatura.
Del encuentro participaron el secretario de Desarrollo Económico porteño, Eduardo Hecker; el vicejefe de Gabinete Daniel Martini; trabajadores de Brukman y Zanon; abogados de distintas organizaciones sociales y un grupo de legisladores como Vilma Ripoll, José Roselli y Beatriz Baltroc.
En las negociaciones que se realizaron hasta ahora, el Ministerio de Trabajo y el Gobierno de la Ciudad, cada cual por separado, han propuesto sacar de la discusión el tema de la expropiación y armar un emprendimiento productivo. Los trabajadores reclaman en cambio volver a la fábrica, que el Estado les garantice el pago del salario mínimo legal, que les den un subsidio de 150 mil pesos como capital inicial de trabajo y que el gobierno compre la producción en función de las necesidades de los hospitales y escuelas.
Al término de la reunión se fijó una audiencia en la Legislatura para el jueves a las dos de la tarde, con los diputados de la Comisión de Desarrollo Económico, a quienes corresponde tratar un proyecto de ley en ese sentido.
La marcha hizo una escala en la Casa de Salta, en favor de la libertad de los cuatro dirigentes piqueteros detenidos en esa provincia.