Los sindicatos de la CGT que no reconocieron el congreso de Hugo Moyano, se reunirán hoy en la sede de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) para continuar con el armado del cronograma electoral. “Se buscará ordenar el proceso eleccionario camino al congreso del 3 de octubre, buscando incorporar nuevos gremios al sector e intentando lograr en lo posible la unidad del movimiento obrero”, explicó ayer el dirigente de la Unión Docentes Argentinos, Sergio Romero. Sesionará el consejo directivo –sin el ala moyanista– con el metalúrgico Juan Belén –adjunto de la CGT– presidiendo la mesa.

“Este sector representa a la mayoría de los gremios de la CGT, por eso seguimos trabajando para que se integren más sindicatos”, señaló el docente apuntando a uno de los ejes que se tratarán en la reunión de hoy. Con el espaldarazo que les dio la reunión con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner se encontrarán por segunda vez como espacio constituido e institucionalizado. “Van a venir los mismos gremios que participaron de la reunión con la Presidenta para encaminar el Comité Central Confederal (CCC)”, confió a Página/12 un dirigente metido de lleno en el armado del CCC y el congreso extraordinario que sesionará en el estadio de Obras Sanitarias a principios de octubre.

Con la CGT partida a partir de la decisión de Hugo Moyano de avanzar con el impugnado congreso que lo reeligió como secretario general de la central obrera, los gremios que no aceptaron la propuesta del camionero caminan con su cronograma electoral bajo el brazo para conseguir la legalidad que deberán ir a buscar a la Justicia. El primer paso ya lo habían dado la semana pasada cuando convocaron a la reunión de Consejo Directivo y el canal de diálogo con el Gobierno que se abrió el martes al asistir al encuentro en la Casa Rosada. La CGT quedó integrada por los gremios mayoritarios enrolados en los Gordos –Comercio, Alimentación y Sanidad–, los Independientes –UPCN, Obras Sanitarias y la Uocra–, los no alineados –la UOM y el Smata– así como un grupo de ex moyanistas como el sindicato de Peones de Taxis, el Sadop de los docentes privados, y el SOMU de los trabajadores marítimos.

“Vamos a hacer un balance de la reunión, que fue altamente positiva y queremos tratarla en el consejo directivo. Si tenemos en cuenta que hacía más de un año que se había cortado el diálogo con el Gobierno, el encuentro fue por demás positivo”, sostuvo el dirigente gremial entusiasmado por “la calidad del diálogo que tuvimos con la Presidenta”. Si bien el encuentro no contará con el candidato a secretario general, Antonio Caló, el encuentro será encabezado por el adjunto de la UOM, Juan Belén, que es el adjunto de la central obrera. El consejo directivo se encuentra vigente hasta el 3 de octubre por resolución del Ministerio de Trabajo ante el pedido de impugnación de la convocatoria que realizó Moyano en abril.

“Ya ponemos en marcha toda la operatividad para el CCC del 24 de agosto y el congreso del 3 de octubre. Estamos trabajando con los padrones y poniendo todo al día para que el cronograma electoral sea impecable”, agregó el dirigente. El líder de los textiles Jorge Lobais –uno de los últimos en abandonar las huestes moyanistas– todavía no había confirmado su presencia a pesar de haber compartido la reunión en la Casa Rosada y tampoco participó del congreso de Moyano en el microestadio de Ferro.

“El gran desafío es ver cómo de acá al 3 de octubre consolidamos una sola conducción de la CGT para que todos los trabajadores estén representados en una sola expresión”, señaló el sindicalista de Sanidad, Héctor Daer, poniendo el ojo en la sangría de gremios de la CGT de Moyano hacia la que sesionará hoy. En el encuentro debatirán la estrategia que utilizarán para fortalecer el proceso de acercamiento y de diálogo con el gobierno nacional a través de sus ministros y funcionarios. El titular de Sadop anticipó su posición sobre el encuentro presidencial desde el punto de vista institucional porque “la CGT la estamos llevando adelante la mayoría del secretariado nacional y consejo directivo y política. Por eso la distendida charla con la compañera jefa de nuestro movimiento permitió abordar los temas en un marco estratégico de profundidad”.