EL PAíS
› LA SOLEDAD DE MENEM DECIDIO AL GOBERNADOR CORDOBES
De la Sota votará a Kirchner
¿Qué provoca que un hombre que se ha resguardado en la “prescindencia” durante tantas semanas termine inclinándose por un candidato? Seguramente una de las razones es el sentido de oportunidad. Por eso el respaldo que José Manuel de la Sota le dio finalmente ayer a Néstor Kirchner confirma un escenario claramente favorable al candidato oficial, algo que hasta el propio Carlos Menem debió admitir anoche por primera vez.
El gobernador de Córdoba reconoció que votará por Kirchner en el ballottage del 18 de mayo poco después de manifestarle su decisión al propio candidato del Frente por la Victoria. “Simplemente doy mi opinión pública de por quien voto. Me ha alegrado que el gobernador Kirchner, en nuestra conversación telefónica de hoy, me diga que comparte lo que fueron mis pedidos para la provincia”, dijo desde la ciudad de San Francisco, a unos 210 kilómetros de la capital cordobesa.
De la Sota había insinuado anteayer su inclinación a favor de Kirchner cuando le dijeron qué le seducía más, si el denominado “capitalismo progresista” que ahora promueve Menem a través de su candidato a ministro de Economía, Carlos Melconian, o el modelo “productivista” que pregona el actual titular del Palacio de Hacienda y candidato a seguir en ese cargo, Roberto Lavagna. “Yo –dijo– prefiero el productivista”.
Ayer volvió sobre el tema y profundizó su argumentos a favor de Kirchner. Al visitar a Lula muestra que la prioridad “es una alianza estratégica con Brasil, y esas son las cosas que deciden mi voto, porque para Córdoba creo que lo más importante es que la relación con ese país siga creciendo”.
Fiel a su estilo, De la Sota se preocupó en tratar de quedar bien con el ex presidente y hasta buscó quitar trascendencia al anuncio diciendo que se trataba de un apoyo “a título personal”. “Esto no significa demérito alguno para Menem. De hecho, los dirigentes más importantes de mi equipo están trabajando con él”, dijo intentando en vano simular una de cal y una de arena.
Con el pronunciamiento del gobernador cordobés, Kirchner logra quedarse con el apoyo de los tres distritos más poblados del país ya que tanto el bonaerense Felipe Solá como el porteño Aníbal Ibarra anunciaron que lo votarán en el ballottage. La cuarta provincia en importancia es Santa Fe. Allí, el gobernador Carlos Reutemann, absorbido por la catástrofe de las inundaciones, sigue manteniéndose “prescindente”.
En la Casa Rosada interpretaban anoche que el paso de De la Sota, que suele tener sentido de oportunidad –tanto cuando se bajó de su candidatura presidencial porque no le daban los números como ahora que apuesta al casi seguro ganador– podría ayudar a Kirchner a lograr un triunfo aplastante sobre Menem y dejarlo, si no afuera, al menos en un papel secundario en el mundo de la política post ballottage.
Semejante escenario ya no es ni siquiera ignorado por el propio Menem, quien ayer reconoció por primera vez, lejos de aquel triunfalismo que lo caracteriza, que las encuestas lo están mostrando perdedor.