Venezuela se convertirá esta semana en el primer país en incorporarse como miembro pleno del Mercosur desde que en 1991 Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay fundaran el bloque regional. Este martes, cuando Dilma Rousseff, José Mujica, Cristina Fernández de Kirchner y Hugo Chávez estampen su firma, concluirá un proceso que se remonta al año 2006 y el país con mayores reservas petroleras del mundo empezará a integrarse gradualmente al bloque económico, que pasará así a representar alrededor de tres cuartas partes del PBI de toda América del Sur. Esta semana Chávez manifestó su deseo de “acelerar el proceso de adhesión para recuperar el tiempo perdido”. Con ese objetivo ya comenzaron las reuniones entre equipos técnicos venezolanos y de Brasil, país que ostenta este año la presidencia pro témpore del organismo.

El presidente venezolano viajará mañana rumbo a Brasilia en el que será su primer viaje de Estado desde enero, cuando acudió a la asunción de su par nicaragüense, Daniel Ortega. Embarcado en la campaña de cara a las elecciones de octubre y tras afrontar un complicado tratamiento oncológico, “Chávez no sólo no quiere descuidar el frente regional, sino que lo considera una pieza clave de la siguiente etapa de su proyecto político”, le confió a Página/12 un diplomático argentino de buen diálogo con Caracas. “La integración energética, económica y comercial gana ahora un potencial incomparable”, se entusiasmaba el funcionario.

“Es infinito el horizonte que se le abre ahora a Venezuela con el ingreso a este bloque, es un punto de inflexión histórico, estamos de júbilo”, celebró el venezolano esta semana al recibir en Caracas a la delegación brasileña con la que comenzaron a evaluarse los mecanismos de adhesión que se pondrán en marcha desde el martes, ya que a pesar de que ese día se formalizará la incorporación del nuevo socio, a partir de entonces deberán activarse una serie de medidas que lleven a la confluencia económica hasta que pueda integrarse plenamente al bloque.

El optimismo no es exclusivo de los recién llegados: el jueves, CFK dialogó con la prensa acreditada en Casa Rosada y le dedicó un párrafo a la importancia de este paso en la integración regional: “Estoy muy contenta con el ingreso formal de la República Bolivariana de Venezuela al Mercosur”, señaló la mandataria. Según pudo averiguar este diario, la Presidenta viajará mañana por la noche, acompañada por una comitiva reducida, que integrarán el canciller Héctor Timerman, el ministro de Planificación, Julio De Vido, y el secretario de Comunicación Pública, Alfredo Scoccimarro.

En paralelo al adaptamiento del nuevo miembro a las normativas del bloque, también se buscarán herramientas para que ese país desarrolle algunos sectores de su economía (en particular los que tienen que ver con agroindustria y telecomunicaciones) de forma tal de que no se ahonden las disparidades al interior del bloque, sino que cada país explote sus ventajas relativas para complementarse. Con este objetivo, Chávez anunció la creación de un fondo de 500 millones de dólares sólo para lo que resta de este año que será invertido en créditos a empresas de ese país que quieran elevar su capacidad para aprovechar las oportunidades que surjan de este proceso de integración.

“El mecanismo del Mercosur es flexible y acepta asimetrías, sus miembros no son imperios, son hermanos. Para nosotros es muy importante acelerar este proceso y aprovechar las oportunidades que nos brinda”, señaló el mandatario venezolano ante la comitiva brasileña. La creación de una Comisión de Alto Nivel que se dedicará a conducir este proceso es otra señal que dio Chávez de la importancia que tiene esta movida para él: el grupo estará integrado por los influyentes ministros de Relaciones Exteriores, Nicolás Maduro, y de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, además de otra media docena de funcionarios de primera línea.

A pesar de que el objetivo excluyente de la reunión es formalizar el ingreso de Venezuela al bloque, hay otros temas que podrían colarse en la agenda: principalmente, la situación de Paraguay, uno de los miembros fundadores del Mercosur que se encuentra suspendido en respuesta al golpe de Estado institucional que destituyó al ex presidente Fernando Lugo. La medida disciplinaria “seguirá en firme”, aseguran en la Cancillería argentina, “hasta tanto no haya elecciones libres y se elija un gobierno legítimo”. Eso fue lo acordado en Mendoza en la última cumbre de jefes de Estado, en la que se decidió el apartamiento paraguayo y, luego, el ingreso de Venezuela. Sin embargo, hay detalles sobre las relaciones con el actual mandatario de facto de ese país, Federico Franco. También sobre qué sucederá con los representantes paraguayos en el Parlatino. En ese país los legisladores acceden al Parlamento regional a través del voto directo, por lo que hay sectores que sostienen que debe respetarse esa representación a pesar de las sanciones que puedan caberle al gobierno de Franco.