Un presupuesto puede ser leído como el reflejo de las prioridades de una gestión. Es allí donde un gobierno establece el destino de los recursos que supone que recaudará. Teniendo en cuenta esta posibilidad es interesante revisar lo que ha hecho el actual Gobierno de la Ciudad en materia de salud. Ha salido una publicidad institucional en la que se afirma que el servicio de salud pública y gratuita es una prioridad. A su vez se han suscitado diferentes conflictos en hospitales públicos del distrito (Borda, Durand, Gutiérrez). Revisando los presupuestos comprenderemos mejor lo que sucede.

En el primer trimestre del año 2012 (último dato publicado), la Dirección General de Recursos Físicos en Salud, área encargada de la infraestructura y el equipamiento del sistema de salud porteño, utilizó poco más de 4,3 millones de pesos cuando tiene un presupuesto anual vigente de más de 152 millones. O sea, un 2,83 por ciento de los recursos disponibles, pero más de la mitad fueron para gastos en personal. Del dinero disponible para bienes de uso y construcciones sólo se utilizaron 1,5 millones de los 137 disponibles, esto es el 1,11 por ciento. En el mismo período, el Gobierno de la Ciudad gastó 86 de los 187 millones de pesos que tiene presupuestados para publicidad y propaganda, o sea, el 46 por ciento del crédito que tiene vigente para todo el año.

Los datos señalados no conforman un hecho aislado. El crédito vigente al primer trimestre del 2012 es igual, en términos nominales, al que tenía en la misma repartición en 2007, año previo a la asunción de Macri. A partir de allí la Ciudad invirtió efectivamente cada vez menos en infraestructura hospitalaria. En 2008 fueron 108 millones, en 2009 poco más de 72 millones y en 2010, 46 millones. Sobre el año pasado el Gobierno de la Ciudad no ha publicado los datos definitivos.

Las prioridades son claras.

* Politólogos (UBA).