Luciano Benjamín Menéndez entró de traje a la sala de audiencias y con una libreta en la mano. Eran las 9.30 de la mañana. Los presentes entendieron que estaba preparado para hablar. Poco más tarde, sin embargo, lo sacaron de la sala para tomarle la presión. El segundo día de audiencias del juicio oral en La Rioja por los crímenes de los curas de Chamical todavía no había empezado. Enseguida anunciaron que el represor jefe del II Cuerpo del Ejército estaba descompensado y que los médicos necesitaban dos horas para estabilizarlo. Todo se pospuso entonces como viene pasando en el juicio hasta la tarde. A las 17.30 sus defensores pidieron apartarlo del juicio por razones de salud. Guillermo Martínez, de la querella de la Secretaría de Derechos Humanos, se opuso y consiguió después de idas y vueltas entre defensores y jueces, que el Tribunal acepte a un perito de parte en el examen. Hoy, a las 7.30, los médicos revisarán a Menéndez. Recién entonces se sabrá si va a poder seguir o no. Se supone que durante el día de hoy todo seguirá adelante con los planteos preliminares y la decisión del Tribunal de darles la palabra a los acusados. Por otro lado, el fiscal Carlos Gonella presentó un pedido de nulidad para retroceder con la decisión del Tribunal que concedió la prisión domiciliaria a los acusados. El Tribunal que está a cargo de Camilo Quiroga Uriburu no le dio lugar al pedido.