Esta vez Daniel Scioli se esmeró en hacer buena letra. Desde Chile, el gobernador bonaerense ratificó que “en la eventualidad de que hubiese una reforma constitucional” apoyará la reelección de la presidenta Cristina Kirchner y que sus aspiraciones presidenciales para 2015 serán sólo “si la reforma no se da”.

“Soy claro y enfático en reiterar que en la eventualidad de que hubiese una reforma constitucional, la Presidenta, como siempre, contará con mi apoyo”, señaló Scioli en declaraciones al diario chileno El Mercurio en las que, sin embargo, advirtió que “no me consta lo que publicaron los diarios”, en referencia a una presunta orden de CFK a gobernadores y legisladores que trabajen por una reforma constitucional. “Aunque sí hay distintos dirigentes que están hablando de que continúen las exitosas actuales políticas”, añadió.

En verdad, hubo algunos gobernadores que en los últimos días hablaron sobre una posible reforma constitucional, pero también salieron legisladores como el jefe del bloque de diputados, Agustín Rossi, y el senador Aníbal Fernández, quienes aseguraron que el Ejecutivo no impulsaba ningún proyecto de esa naturaleza.

Semanas atrás, Scioli había transparentado sus aspiraciones para el próximo turno presidencial, lo que provocó el enojo del kirchnerismo duro. “Siempre me han querido hacer pelear con la Presidenta tal como lo intentaron antes con Néstor Kirchner. Pero yo me uní con ellos poniendo todos y cada uno en su estilo, nuestro sentido de la responsabilidad y lo mejor de nosotros por el bien del país”, añadió Scioli en la entrevista brindada al encabezar una misión comercial a Chile con empresarios de la provincia de Buenos Aires.

El gobernador tuvo que responder sobre diversos rumores reproducidos en algunos diarios, dando cuenta de supuestos planes para impulsar la reforma. El gobernador sostuvo que no le constaba que hubiera algo así en marcha, pero que “como siempre” la Presidenta contaría con su apoyo. Scioli aclaró que “falta mucho para el 2015 y hay muchas conjeturas y análisis” y evitó profundizar en el debate por la sucesión presidencial, al señalar que “tengo todos mis esfuerzos en la responsabilidad institucional” de gobernar la provincia. “Entiendo las expectativas que pueda haber. Si la reforma no se da, entonces yo podría tener mis aspiraciones como cualquier otro dirigente, lo que es normal en política”, admitió.