EL PAíS › EL DEBATE SOBRE LA POSIBILIDAD DE VOTAR A LOS 16
La kirchnerista Diana Conti, autora de un proyecto en ese sentido, criticó a quienes se oponen a ampliar los “derechos políticos al pueblo”. Claudio Lozano, del FAP, defendió su iniciativa al respecto y cuestionó el “oportunismo” del oficialismo y la “mezquindad” de los que se oponen. En ese grupo se anotó Francisco de Narváez.
Reportajes: Miguel Jorquera
CLAUDIO LOZANO, FAP
Claudio Lozano volvió a presentar un proyecto propio que ya en 2010 proponía que los jóvenes pudieran votar a partir de los 16 años. Aunque la iniciativa no fue acompañada por todos los partidos del interbloque del FAP, afirma que no comparten ni “el oportunismo” oficialista ni la “mezquindad” de sectores de la oposición que, “como no pueden llegar a esas huestes juveniles, consideran que no deben tener esos derechos”.
–Usted presentó un proyecto para que los jóvenes puedan votar a partir de los 16 años. ¿Qué diferencia tiene con el del oficialismo?
–Nosotros ya lo habíamos presentado hace dos años, en el 2010, pero lamentablemente nunca pudimos alcanzar el consenso suficiente para ponerlo en tratamiento. En realidad, el del oficialismo es una copia del nuestro, lo que pasa es que en lugar de permitir un funcionamiento normal del Parlamento, el oficialismo acostumbra a que si ya hay un proyecto en el mismo sentido no lo toma y hace uno propio.
–El proyecto del oficialismo habla de voto opcional y el que presentaron ustedes no plantea esta posibilidad.
–No hablamos que sea un voto obligatorio. Lo planteamos como la ampliación de un derecho, no de una obligación. Desde el oficialismo plantean incorporarlo a algún tipo de excepción al Código Electoral, como en el caso de los mayores de 70 años. Consideramos que esto no es imprescindible. Estamos de acuerdo con que sea optativo.
–¿Cuáles fueron las razones que los llevaron a plantear en 2010 el voto a partir de los 16 años?
–Consideramos que la franja juvenil de 16 a 18 años debe ser sujeto de derecho a voto. En una situación social como la argentina, donde a seis de cada diez hogares les cuesta llegar a fin de mes y tres de cada diez son pobres, muchísimos jóvenes de 16 años han asumido responsabilidades importantes en el núcleo familiar: trabajar para complementar los ingresos del hogar y hasta como responsables del hogar, antes de lo que fuera recomendable. Si además de eso son imputables penalmente como los adultos, no existe ninguna razón para que no tengan derecho a decidir por quién quiere que gobierne el país.
–¿La experiencia en plano internacional influye?
–Estuve en 2010 en Brasil, como observador internacional en la elección que consagró a Dilma (Rousseff) como presidenta. Allí votaron por primera vez los jóvenes a partir de los 16 años en forma optativa y nos pareció una ampliación de derechos importante.
–¿Todo el FAP está dispuesto a acompañar la iniciativa?
–No lo hemos charlado todavía. Pero nuestro proyecto se presentó con el respaldo de los diputados de la UP, del GEN y Libres del Sur. Los socialistas no lo habían firmado pero escuché que el diputado Roy Cortina ha dicho que tiene una mirada favorable.
–Algunos sectores opositores plantearon sospechas sobre la oportunidad del oficialismo para impulsar la ley. ¿Comparte esas sospechas?
–No compartimos la mirada de quienes piensan más en por qué el Gobierno lo impulsa, antes de discutir el tema cierto que está en debate. Desde 2010 proponemos que los jóvenes de 16 años tengan derecho a voto, independientemente de la gestión de gobierno. Por alguna razón funcional ahora cuenta con el apoyo del oficialismo. Hay cierto sector opositor que piensa que esto es para rescatar votos oficialistas para la re-reelección de la Presidenta, y como no pueden llegar a estas huestes juveniles no les parece razonable que tengan ese derecho. No compartimos ni la estrategia oportunista ni la de mezquindad: los jóvenes de 16 años deben tener los mismos derechos que los adultos.
FRANCISCO DE NARVAEZ, FRENTE PERONISTA
Francisco de Narváez es uno de los más entusiastas opositores al proyecto. Considera que los “adolescentes” de 16 y 17 años están en “proceso de formación”, que “carecen de madurez” y que son “tremendamente influenciables” a la hora de tomar decisiones, como lo serían a la hora de votar. Tampoco considera “oportuno”, a pesar de su origen colombiano, que los extranjeros con dos años de residencia en el país –como propone Aníbal Fernández en el Senado– adquieran ese derecho.
–Usted es uno de los que se ha expresado más duramente en contra del proyecto para que los jóvenes de 16 años puedan votar. ¿Por qué?
–Estamos absolutamente en contra de la medida y de la oportunidad, no sólo para que los menores de 16 a 18 años voten sino también que se incorpore a los extranjeros. Los adolescentes, que es lo que son los jóvenes de 16 años, están en proceso de formación, carecen de información y también de madurez. Por eso, exigirles que voten a esa edad es inapropiado. En 2010 se aprobó en el Congreso la ley para bajar la mayoría de edad de los 21 a los 18 años, pero en ese mismo debate se mantuvieron otras tantas responsabilidades para los padres, como la de proveer alimentos y el cuidado de la salud. A los 16 años son adolescentes, jóvenes en ese proceso de formación son tremendamente influenciables a la hora de decidir ciertas cosas. Creo que la medida es perjudicial para ellos.
–Tanto desde el oficialismo como desde los sectores opositores que impulsan la iniciativa sostienen que si a los 16 años tienen que responder penalmente como un adulto, por qué no van a acceder al derecho de votar.
–De la misma forma que hasta los 18 años no pueden casarse, no pueden viajar solos al extranjero ni operar comercialmente. Entre los 16 y los 18 años son imputables pero no pueden perder la libertad ni ser condenados a prisión. Son retenidos en un instituto por la edad y la misma ley penal hace la diferenciación por su condición de adolescente. Es un debate muy forzado, una obsesión.
–¿Por qué?
–Es oportunismo. El oficialismo está forzando una situación con vista a un proceso electoral vital de cara al resultado.
–¿Considerar que esos votos sólo los podría capitalizar el oficialismo no es subestimar a esos jóvenes?
–Que el oficialismo lo vaya a capitalizar forzando su incorporación al padrón electoral no nos parece propio. Ganando o perdiendo la elección no creo que esto lo vaya a modificar.
–Entre los argumentos de quienes avalan el proyecto, desde el oficialismo y la oposición, también está la experiencia internacional en la materia y en especial la de Brasil. ¿Cómo lo evalúa usted?
–La experiencia internacional es importante en todo sentido. Por qué no asumimos el debate del voto electrónico, a través de cuya implementación Brasil aumentó su calidad electoral. Pero sin embargo mantienen la lista sábana, una situación arcaica, condición por la cual el kirchnerismo saca ventaja a través de su maquinaria comunicacional.
–Si el voto para los jóvenes fuera opcional, ¿cambiaría su opinión?
–Esa opción me parece equivocada. Lo que tenemos que discutir es cómo retenemos a esos jóvenes en la escuela secundaria y cómo darles una salida laboral.
–¿Todo el interbloque del peronismo federal acompaña su posición?
–Lo vamos a discutir buscando consenso. También cabe la condición de conciencia respecto del tema, aunque mayoritariamente ya se han manifestado en contra.
DIANA CONTI, FRENTE PARA LA VICTORIA
Diana Conti afirma que no habrá dificultad en saldar las diferencias entre su proyecto y el del senador Aníbal Fernández que, además del voto a los jóvenes de 16 años, propone ampliar ese derecho a los extranjeros con dos años de residencia. Sostiene que hay “voluntad mayoritaria” para avalar el proyecto, que quieren implementar en las elecciones de 2013, y critica a los “que hablan de República y democracia” y se oponen a ampliar los “derechos políticos al pueblo”.
–¿Cómo van a compatibilizar en el oficialismo las diferencias entre su proyecto y el del senador Fernández?
–Está total y políticamente articulado: lo que se sancione en el Senado va a ser acompañado en Diputados. Es una decisión tomada.
–¿Qué razones la llevaron a proponer el proyecto?
–En la Argentina de hoy, por suerte, la muerte de las ideologías ha fracasado y la juventud se ha involucrado en el quehacer nacional. Si a los 16 años un joven tiene responsabilidad penal, por qué no se puede otorgar y ampliar sus derechos políticos, como es el derecho al voto.
–Algunos cuestionan la iniciativa y afirman que para ampliar el voto opcional a los jóvenes se necesita de una reforma constitucional.
–La Constitución impone el deber del voto obligatorio, secreto y universal. Pero no restringe otros derechos, como la posibilidad del ejercicio y de otorgarlo en forma voluntaria. La Constitución habla de mayoría de edad pero no prohíbe ampliar esos derechos a los menores.
–Hay quienes también proponen que los jóvenes de 16 y 17 años se incorporen en un padrón separado para que puedan votar.
–No entiendo la razón. Su implementación es tema de la Justicia electoral con el Poder Ejecutivo, a través del Ministerio de Interior. Con el DNI tarjeta que hoy tenemos, que obliga a actualizar los domicilios, estamos en mejores condiciones que antes, sin el registro electrónico, para la confección de padrones. Se puede implementar a tiempo el sistema.
–Desde varios sectores políticos mostraron dudas de apoyar la iniciativa porque la consideran una maniobra del oficialismo.
–Es incoherente que quienes hablan tanto de República y democracia sean tan conservadores a la hora de ampliar derechos políticos a más sectores de nuestro pueblo.
–Lo vinculan a la posibilidad de habilitar la re-reelección de la Presidenta.
–Agradezco tanta confianza en que el voto juvenil acompañará al oficialismo. De todas maneras, no vamos a reducir nuestra militancia por la carencia de militancia de los demás sectores políticos. Está claro que no todos los jóvenes son kirchneristas, también habrá votos jóvenes en la ciudad para el PRO como para las organizaciones de izquierda.
–¿La propuesta del oficialismo es que el voto de los jóvenes a partir de los 16 años se implemente en las elecciones de 2013?
–Nuestra idea es sancionarlo este año e implementarlo lo antes posible. Creemos que hay un número importante de voluntades para acompañar el proyecto. Ya había otras seis iniciativas anteriores en el mismo sentido.
–El debate ya salió afuera del Congreso y hay quienes piensan que los jóvenes a esa edad no están maduros como para votar.
–Como (Carlos) Zorzoli, el rector del Colegio Nacional de Buenos Aires. Hace como diez años que participo de debates políticos en ese colegio, como en el Carlos Pellegrini, con un alto nivel de discusión y participación de los alumnos. Pero no sólo las escuelas, también las oficinas, las fábricas, los clubes de barrio son parte de un criterio de formación política de los jóvenes. A los 16 años están preparados, dejémoslos que se expresen. Habrá que militar para conquistarlos.
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