El encuentro entre el líder del Frente Amplio Progresista, Hermes Binner, y el diputado radical Ricardo Alfonsín, reabrió el abanico de especulaciones sobre una eventual alianza electoral y al mismo tiempo reflotó las resistencias de varios dirigentes de ambos espacios. “Hoy no están dadas las condiciones políticas para un acuerdo, pero nosotros vamos a seguir trabajando para eso”, aseguró un operador alfonsinista. Sin embargo, el titular del Comité Nacional, Mario Barletta, ya planteó que la UCR se presentará en 2013 con lista propia y que cada distrito definirá si eventualmente hace algún acuerdo a nivel local. “No está en la cabeza del FAP la decisión de acordar con el radicalismo; las estructuras de la UCR y el PJ no forman parte del proyecto del Frente, lo que no significa que no puedan sumarse radicales o peronistas”, sentenció la diputada Liliana Parada, de Unión Popular en el FAP.

La ausencia de liderazgos fuertes en la UCR y la multiplicidad de fuerzas políticas en el Frente Amplio Progresista se convirtieron en los principales obstáculos para avanzar en un acuerdo político tras el fallido intento en las presidenciales de 2011. En aquel momento, la alianza del radicalismo con Francisco de Narváez echó por tierra horas de conversaciones y reuniones entre primeras y segundas líneas del alfonsinismo con el sector del ex gobernador de Santa Fe.

A varios meses de aquella elección, Binner y Alfonsín volvieron a las declaraciones amistosas y las fotos compartidas, como la que protagonizaron el jueves en Sudáfrica, en el 24º Congreso de la Internacional Socialista. “Nunca he desistido de la posibilidad de alcanzar un acuerdo con el socialismo, desde el ’83 venimos intentándolo y no lo pudimos concretar; pero seguimos trabajando para que se pueda hacer una alianza de esas características”, dijo Alfonsín días atrás. Binner le había tirado antes un centro: “Depende del radicalismo”, sostuvo el socialista.

Pero esa posición del ex mandatario santafesino no es acompañada por buena parte de los partidos que integran el FAP. Parada ratificó ayer la posición de Unión Popular, que encabeza el sindicalista Víctor De Gennaro, al afirmar que tanto “la UCR, el PJ y la derecha” son “límites” para el FAP, al menos a la hora de un acuerdo a nivel nacional. “El FAP es una construcción que aspira a enraizarse en la gente, a convertirse en una fuerza de masas y, para eso, deben ser respetadas las coyunturas regionales y no digitarlas desde arriba”, insistió.

Aunque son menos terminantes, en el GEN que conduce Margarita Stolbizer tampoco tienen una mirada favorable a un acuerdo con el radicalismo, lo que dificulta un acuerdo en la provincia de Buenos Aires. El cordobés Luis Juez, del Frente Cívico, tiene una histórica disputa con el sector de Oscar Aguad y Ramón Mestre, comandantes de la UCR local. En Capital, el diputado Claudio Lozano, de Buenos Aires para Todos, tampoco adscribe a un acercamiento con los radicales, que se dividen entre Macri y el FAP. Con ese mapa, la única provincia de peso que tiene un acuerdo posible es Santa Fe, donde incluso hay algunas rispideces en la alianza de gobierno, que incluye a socialistas, radicales y la Coalición Cívica.

En este marco, coinciden en ambas fuerzas que queda mucho camino por recorrer antes de que la foto entre Binner y Alfonsín se convierta en un acuerdo político.