El subsecretario de Transporte Ferroviario, Guillermo Antonio Luna, imputado como responsable por el accidente de tren que causó la muerte de 51 personas en la estación de Once, renunció ayer a su cargo a pedido del ministro de Interior y Transporte, Florencio Randazzo. La decisión “tiene que ver con el armado de su propio equipo” y no con el estatus penal de Luna, un hombre del gremio La Fraternidad, que además era conocido por sus vínculos con el titular saliente de la Unión Ferroviaria, José Pedraza, actualmente juzgado por su responsabilidad en el asesinato del militante Mariano Ferreyra en octubre de 2010 (ver página 6). Su reemplazante se conocerá, aseguraron fuentes del ministerio a Página/12, “en las próximas horas”, aunque todavía hay “dos o tres nombres en evaluación”. “En consulta permanente con la Presidenta”, Randazzo busca a alguien con un perfil técnico, a diferencia del ahora ex subsecretario, de extracción sindical.

La de ayer fue la segunda baja en el plantel de Transporte en pocas horas, luego de que el viernes dejara su cargo como subsecretario de Regulación Normativa, Antonio Sícaro, quien se desempeñaba como titular de la Comisión Nacional Reguladora de Transporte cuando sucedió la tragedia de Once, algo que valió el repudio de los familiares de las víctimas a su nombramiento. “No hay ninguna relación entre ambos casos”, aseguraron en Interior y Transporte. Mientras que Sícaro era un hombre de confianza del ministro Randazzo y sólo llevaba unos pocos días en su cargo al presentar su renuncia a causa de los reclamos de los familiares de las víctimas de Once, Luna encabezaba la Subsecretaría desde 2006, cuando llegó a ese cargo de la mano del titular de La Fraternidad, Omar Maturano, Pedraza y el secretario general de la CGT, Hugo Moyano. Aunque logró mantener perfil bajo durante casi un lustro, el asesinato de Ferreyra en 2010 y la tragedia ferroviaria de este año lo sacaron a la luz pública.

“El ministro de Interior y Transporte le pidió la renuncia al subsecretario de Transporte Ferroviario, Antonio Luna, la cual ya fue aceptada y presentada. Es una decisión del ministro y tiene que ver con el armado de su equipo”, informaron escuetamente las fuentes oficiales. El alejamiento del subsecretario, sin embargo, se venía trasuntando desde hace un tiempo, comentan en los pasillos de la Casa Rosada: sobre Luna se cerraba como en pinzas una doble sospecha. Por un lado, su imputación en la causa que investiga la tragedia de Once. Denunciado en marzo por parte de la UCR como uno de los responsables del accidente, ya fue citado a declarar por el juez Claudio Bonadío.

La investigación por la tragedia ferroviaria del 22 de febrero tiene como imputados, además de a Luna, a los ex secretarios de Transporte Juan Pablo Schiavi y Ricardo Jaime, a Sícaro, por entonces director de la CNRT; al dueño de la ex concesionaria de la línea Sarmiento, Claudio Cirigliano; el ex presidente de la empresa Carlos Ferrari y los directivos Darío Tempone y Daniel Rubio, quienes estuvieron presos por presunto ocultamiento de información a la Justicia, pero luego fueron excarcelados. De todas formas, en la cartera de Interior insistieron en que el desplazamiento del ex funcionario no está relacionado con esta causa, sino que tiene que ver con la conformación de un nuevo equipo de trabajo en esta área, que Randazzo encabeza desde junio, cuando Transporte pasó a incorporarse al Ministerio del Interior.

Pero, por otra parte, la figura de Luna ya había estado bajo observación luego del asesinato de Ferreyra, el militante del Partido Obrero que fue baleado por una patota que respondía a la Unión Ferroviaria, en octubre de 2010, mientras protestaba por la tercerización de los puestos de trabajo en el área ferroviaria. Aunque el tribunal que juzga ese crimen (actualmente en instancia de juicio oral) decidió no procesarlo, el ex subsecretario había sido señalado por la querella como uno de los responsables de que en las cuadras donde fue perseguido y asesinado Ferreyra no hubiese presencia policial: según denunciaron en su momento, dos días antes del crimen cruzó llamados con Juan Carlos Fernández, el número dos de Pedraza, actualmente procesado, garantizando la zona liberada.