Mauricio Macri y José Manuel de la Sota tuvieron su segundo encuentro, esta vez para ver juntos el partido de la Selección. Al igual que ocurrió en su primera cumbre –en plena represión de estatales en Córdoba–, la foto entre el jefe de Gobierno porteño y el gobernador cordobés no tiene otro objetivo que buscar posicionarse ante Cristina Fernández de Kirchner. Sin embargo, ambos compiten por el mismo lugar como candidato a presidente de la oposición, lo que limita cualquier posibilidad de una alianza. Más temprano, Macri estuvo en Mendoza, donde sostuvo que “el kirchnerismo se empeña en gastar las energías y los recursos en temas que no solucionan los verdaderos problemas”. El PRO hizo un encuentro nacional en Córdoba, pero no pudo consensuar una posición sobre el voto joven.

Esta vez, la excusa no fue la inauguración de una casa de Buenos Aires en Córdoba, ni la firma de convenios culturales. Macri y De la Sota se reunieron a ver el partido de la Selección Argentina contra la de Paraguay por las eliminatorias de la Copa del Mundo Brasil 2014. En realidad, la postal que buscaba el cordobés era más amplia: declinaron su invitación Daniel Scioli, Sergio Massa, Antonio Bonfatti, Juan Manuel Urtubey, José Luis Gioja y siguen los éxitos. Macri fue el único en aceptar el convite, ya que –según dijo– comparten “una visión acerca del federalismo, las libertades, la posibilidad de pensar en forma diferente”. De la Sota se apuró a aclarar que “con Mauricio tenemos una buena relación institucional, pero ideas distintas”.

El jefe de Gobierno inició el jueves –en pleno día laboral– una gira de campaña, que lo llevó primero a Mendoza. Desde Guaymallén, el presidenciable dejó algunas frases de campaña: “Mi obsesión es que los chicos tengan un buen futuro”. El líder del PRO comentó que se encontró en Mendoza “muchísima gente que no está dispuesta a aceptar un gobierno nacional que quiere meterles miedo a los ciudadanos, y eso quiere decir que cada vez somos más los que no tenemos miedos”. En rigor, lo acompañaron sus habituales aliados del conservador Partido Demócrata de Mendoza: Omar de Marchi fue el principal anfitrión.

Luego de que su gobierno separara a seis docentes por criticarlo por el cierre de cursos, Macri aseguró que quiere “una Argentina de paz, de diálogo y de acuerdos, donde se respete al que piensa distinto”. Y consideró que en la actualidad se avanza, en cambio, hacia profundizar “este proceso de chavización al que nos está llevando el kirchnerismo”.

“La prioridad de la gente no es la reforma constitucional y mucho menos la re-re de la Presidenta, sino que se baje la inflación y se combata la inseguridad, pero el kirchnerismo se empeña en gastar las energías y los recursos en temas que no solucionan los verdaderos problemas”, remarcó Macri. Por la noche, viajó a Córdoba a ver el partido de la Selección en el estadio Mario Kempes junto a De la Sota y Miguel Del Sel.

En esa misma provincia, el PRO hizo un encuentro nacional, en el que todos estuvieron de acuerdo en rechazar una eventual reforma constitucional, pero no consiguieron ponerse de acuerdo sobre el voto para jóvenes de 16 y 17 años. En Huerta Grande, cerca de 380 dirigentes –220 ocupan cargos– del PRO de todo el país discutieron sobre las políticas nacionales del macrismo. La apertura estuvo en manos del presidente del PRO y titular de la Corporación del Sur, Humberto Schiavoni, quien señaló que el encuentro ratificó “la oposición a cualquier intento de re-reelección y modificación de la Constitución”.

Schiavoni comentó que no se pudo tomar ninguna decisión sobre el voto joven, un debate que se difirió. Advirtió que antes se va a “consultar orgánicamente a la juventud” del PRO. Durante el encuentro, el ministro de Educación porteño, Esteban Bullrich, pidió que “dejemos de usar a los chicos con fines electorales, hay que darles una herramienta educativa decente”. “No estamos de acuerdo con los objetivos partidarios que esconde la propuesta. No se puede abrir la participación cuando antes no se preocuparon por formarlos”, sostuvo la diputada Gabriela Michetti.

En cambio, el dirigente de jóvenes PRO y legislador porteño Francisco Quintana afirmó que “es necesario dar el debate, está bueno que nuestra juventud participe y se exprese”. También Paula Bertol sostuvo que “hay que pensar en los jóvenes, qué quieren y qué es lo mejor para ellos”.