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DUHALDE RUBRICO ANOCHE LOS POLEMICOS DECRETOS
Una firma al indulto para Gorriarán y Seineldín
Como un “aporte a la pacificación del país” definió el presidente Duhalde el indulto que firmó anoche para el jefe guerrillero y el jefe carapintada. La medida despertó la polémica. Kirchner expresó que no era de su agrado, en tanto que también fue criticada por los organismos de derechos humanos.
El presidente Eduardo Duhalde admitió que la medida es “controvertida”. Las declaraciones de funcionarios, políticos, abogados y miembros de organismos de derechos humanos le dieron la razón. Los indultos al líder del Movimiento Todos por la Patria (MTP) Enrique Gorriarán Merlo y al carapintada Mohamed Alí Seineldín, que fueron firmados ayer por la noche, no cayeron bien a casi nadie. Los miembros del Gobierno fueron prácticamente los únicos que respaldaron la determinación presidencial. “Son decisiones muy meditadas porque hace un año que estoy con esto en la búsqueda de pacificar el país, ésa es mi responsabilidad”, volvió a defenderse Duhalde.
Uno de los más cautos en el momento de fijar una posición respecto del perdón de fin de mandato de Duhalde fue el vicepresidente electo, Daniel Scioli, quien aún es ministro de Turismo y Deportes. “Es una decisión que tomó el Presidente con las atribuciones que tiene. Por respeto y porque es el Presidente y formo parte de su gabinete, ante una situación de estas características no voy a hacer ningún comentario. Yo me dedico a lo mío”, sostuvo Scioli. El jefe de Gabinete, Alfredo Atanasof, y el ministro de Justicia, Juan José Alvarez, se encargaron de respaldar a Duhalde. “Es un aporte a la pacificación del país”, dijo el primero. El segundo se limitó a aclarar que compartía la decisión presidencial.
La postura de Néstor Kirchner –quien adelantó el lunes su rechazo a los indultos y dijo que no había sido consultado sobre el tema por Duhalde– fue repetida ayer por algunos de los miembros de su ya formado gabinete.
Alberto Fernández, ex jefe de campaña y futuro jefe de Gabinete, señaló que “es una pena, porque en un país que quiere recuperar la Justicia, siempre es mejor que los argentinos sientan que el peso de la ley cae sobre quien la infringe y que debe pagar las consecuencias quien quebranta las normas”. “No es fácil de digerir un indulto”, agregó. El futuro jefe de la SIDE, Sergio Acevedo, recordó, igual que Kirchner, que “tampoco estuvimos de acuerdo cuando (Carlos) Menem indultó a los militares” de la última dictadura.
Miembros del MTP se reunieron ayer por la noche en la puerta del penal de Devoto para esperar la confirmación oficial de la medida que dejará en libertad al dirigente de su agrupación. La esposa del carapintada condenado por el levantamiento de 1990, Marta Labeau, recibió (no podía ser de otra forma) la noticia con alegría, aunque quiso esperar a ver el nombre del Presidente en el papel. Duhalde esperó a última hora para estampar la firma, hasta que se terminaran de ajustar cuestiones formales. Por la noche convirtió la medida en oficial. El perdón abarca a ocho militares y 17 civiles, incluidos Gorriarán Merlo y Seineldín. Entre los atacantes al cuartel de La Tablada que fueron beneficiados figuran Roberto Felicetti y Claudia Acosta, los únicos que quedaban en prisión junto con Gorriarán después de la conmutación de penas de 2000, y las dos personas que fueron trasladadas a España.
En la oposición los perdones tampoco fueron bien recibidos. El ex candidato presidencial Ricardo López Murphy aseguró que “las sentencias fueron dictadas por los tribunales normales, y yo no veo ninguna razón para recurrir al procedimiento excepcional”. “Esta injerencia de la política sobre las decisiones jurídicas no ayuda a la consolidación de las instituciones democráticas y retroalimenta la omnipresente sensación de impunidad que cotidianamente percibe nuestra ciudadanía”, expresó la UCR en un comunicado de prensa firmado por su titular, Angel Rozas. En cambio, las Fuerzas Armadas recibieron, en lo que respecta a Seineldín, la noticia con indiferencia. No faltó quien aprovechara la mención gubernamental a la “pacificación” para referirse sin decirlo a los juicios por violaciones a los derechos humanos durante la última dictadura militar.
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