EL PAíS
› LOS FUNDAMENTOS DE LOS DECRETOS DE INDULTO A 25 CIVILES Y MILITARES
“Para lograr la reconciliación de todos”
“Razones humanitarias y el respeto por la dignidad de las personas constituyen deberes fundamentales a cuyo cumplimiento la República está obligada por la Constitución nacional y los tratados internacionales de Derechos Humanos.” Así justificó, en parte, el presidente Eduardo Duhalde los decretos de indulto a Enrique Gorriarán Merlo y Mohamed Alí Seineldín y otros 23 civiles y militares. Entre los fundamentos del perdón presidencial figura también “la reconciliación de los argentinos” .
Duhalde firmó tres decretos mediante los cuales indultó a 17 militantes del Movimiento Todos por la Patria (MTP) que en 1989 y bajo el comando de Gorriarán tomaron el Regimiento de La Tablada, y a 8 carapintadas que, liderados por Seineldín, se sublevaron en 1990 contra el gobierno del entonces presidente Carlos Menem.
Los miembros del MTP beneficiados fueron, además de Gorriarán Merlo, Roberto Felicetti, Claudia Beatriz Acosta, Miguel Angel Aguirre, Luis Díaz, Isabel Margarita Fernández, Gustavo Alberto Mesutti, José Moreyra, Carlos Ernesto Motto, Sergio Manuel Paz, Luis Darío Ramos, Sebastián Joaquín Ramos, Claudio Néstor Rodríguez, Claudio Omar Veiga, Juan Antonio Puigjané, Ana María Sivori y Dora Ester Molina. Menos Gorriarán y Sívori, el resto había sido favorecido con la reducción de penas que otorgó el gobierno de Fernando de la Rúa. Sólo Gorriarán, Felicetti y Acosta seguían en prisión, aunque los dos últimos ya tenían derecho a salidas transitorias.
Los militares que figuran en el decreto son, además de Seineldín, Luis Enrique Baraldini, Oscar Ricardo Vega, Pedro Edgardo Mercado –cuñado del ministro de Justicia, Juan José Alvarez–, Rubén Enrique Fernández y Miguel Angel Segovia (que tenían permiso de salida laboral) y Osvaldo Tívere y Hugo Abete (quienes ya gozaban de la libertad condicional).
Con el tercer decreto, Duhalde indultó a Gorriarán Merlo en la causa por la toma en 1974 del regimiento de Azul, que aún seguía en trámite en el Juzgado Federal de esa ciudad.
Al fundamentar su decisión, Duhalde dijo haber utilizado “criterios de generosidad política” para propiciar la paz, lo cual “no significa desconocer la real existencia de hechos que pretendieron vulnerar el orden constitucional” y por los cuales fueron penalizados por la Justicia los 25 hombres y mujeres ahora indultados. Respecto de Gorriarán Merlo y Seineldín, el Presidente sostuvo que informes penitenciarios indicaron que tanto en el ex guerrillero como en el ex jefe carapintada “ha operado el efecto (de rehabilitación), con el período de encierro sufrido, existiendo elementos de convicción que permiten avizorar que su reintegro a la vida en libertad lo será en condiciones de normalidad social”.
La medida provocó críticas de todos los sectores y Duhalde admitió que no la entendían ni sus hijos pero afirmó que los indultados estaban presos por “defender lo que entendían, equivocados, eran los intereses de la patria”. Es más, dijo que le hubiera gustado perdonar a “todos los presos políticos”.