Originalmente el encuentro estaba previsto como una cena protocolar en la que Eduardo Duhalde se despediría de la totalidad de legisladores peronistas en el Congreso. En ese momento se pensó que la presencia del presidente electo, Néstor Kirchner, podría ser el primer encuentro del patagónico con los parlamentarios. Motivos para tender puentes sobran. Al futuro gobierno se le presenta una pesada agenda legislativa y es sabido que descansa en la fuerza del duhaldismo. Kirchner decidió postergar el encuentro para la semana que viene y todo quedó reducido a la despedida del bonaerense.
Más de cien legisladores, entre diputados y senadores, dieron el presente en la quinta de Olivos para darle su adiós a Duhalde. Aunque el santacruceño pegó el faltazo, entre los comensales estuvieron los diputados conocidos como “Grupo Talcahuano”, sector que se identifica con Kirchner y en el que Sergio Acevedo, futuro responsable de la SIDE, tiene un rol protagónico. La pregunta del millón es conocer cómo se comportarán los distintos agrupamientos peronistas en el Parlamento. El menemista pampeano, Manuel Baladrón, envió un gesto componedor al declarar que “hay que acompañar al futuro gobierno para garantizar la gobernabilidad”. En una línea similar se manifestó el salteño Marcelo López Arias, quien luego de felicitar a Duhalde “por dejar mejor al país que cuando lo recibió”, adelantó que “la Argentina no está para peleas internas”.