EL PAíS
› EL MINISTRO DE JUSTICIA, GUSTAVO BELIZ
“No aceptaremos ninguna extorsión de la Corte”
El ex ministro del Interior de Menem y ex candidato a jefe de Gobierno porteño, Gustavo Beliz, asumirá mañana en el gabinete de Néstor Kirchner. Dice que su objetivo es construir una “relación transparente” con el Poder Judicial y que no admitirá “extorsiones”.
› Por Victoria Ginzberg
Gustavo Beliz dice que le honra que su nombramiento al frente del Ministerio de Justicia, Seguridad y Derechos Humanos haya sido una sorpresa para muchos. “Me siento orgulloso porque la rutina en Argentina hasta ahora era la poca transparencia entre ciertos políticos y ciertos jueces”, afirma el ex candidato a jefe de Gobierno porteño por Nueva Dirigencia. Ayer tuvo una “jornada laboral a la enésima potencia”, como la definieron sus colaboradores. Empezó llevando a sus hijos al colegio y siguió con una reunión con el presidente electo Néstor Kirchner, la primera desde su designación. Desde su cargo tendrá que ocuparse de la relación con la Corte Suprema, que, parece, no será sencilla. Aunque se cuida de no repetir las críticas hacia los miembros del tribunal, a quienes cuestionó directamente en otras ocasiones, anticipa que no va a aceptar “ningún tipo de extorsión” ni “pactos oscuros” y que las iniciativas en la Comisión de Juicio Político de Diputados “tendrán que seguir su curso”.
–¿Puede confirmar los nombres de sus colaboradores?
–Van a formar parte de nuestro equipo de trabajo Pablo Lanusse, Abel Fleitas Ortiz de Rosas.
–¿Fleitas va a ser viceministro?
–Sí. El anuncio oficial de la estructura administrativa se va a informar el próximo lunes, pero la base de los colaboradores va a ser ésta. Abel va a trabajar activamente, va a coordinar todas las áreas del ministerio. Van a estar también Norberto Quantín y Javier Castrilli, en este último caso especializado en el tema de Seguridad Deportiva. En el tema Derechos Humanos vamos a abrir una ronda de consulta y diálogo con las organizaciones, porque nos interesa mucho la opinión de los perfiles para ese ámbito. Hay algunas ideas que tiene el Presidente y que tenemos nosotros, pero lo vamos a definir en función de las consultas. Todas las líneas de trabajo en el ministerio van a continuar y profundizarse.
–¿Cuáles van a ser los principales ejes de su gestión?
–Nuestra línea de trabajo va a ser la mesa de justicia del Diálogo Argentino. Allí hay un esfuerzo muy importante de la sociedad civil, de organizaciones muy representativas de todo el sector y ese capital intelectual y social acumulado hay que ponerlo en acción. Vamos a hacer todo el esfuerzo para que eso se concrete. Abel Fleitas es miembro de la mesa y una de las primeras cosas que quiero hacer es reunirme con ellos porque ahí hay un esfuerzo muy grande para cristalizar en acciones. Su primer punto es la efectiva e irrestricta independencia del Poder Judicial en Argentina.
–¿La Oficina Anticorrupción se mantiene?
–Va a continuar. Tenemos que trabajar allí muy en complementación con la Fiscalía Nacional de Investigaciones Administrativas, que no se superpongan las tareas, que no haya una duplicación de esfuerzos. Queremos diseñar una gran política estructural en materia de transparencia del Estado.
–¿Está confirmado que el área de seguridad queda en el ministerio?
–Sí, queda como está hasta ahora.
–¿Va a haber cambios en las cúpulas de las Fuerzas de Seguridad?
–Lo vamos a definir la semana próxima. En algunos casos sí, pero no puedo anticipar el nivel de esta modificación.
–En materia de seguridad, usted estaba asociado a la doctrina de “tolerancia cero”. ¿Piensa aplicar esa línea?
–Vamos a aplicar una política que no tenga consignas sino que contenga una visión integral de la problemática. Hay un elemento social, un elemento penitenciario, un elemento judicial, un elemento normativo y un funcionamiento administrativo de las fuerzas de seguridad.
–¿Cree que los piqueteros tienen derecho a cortar rutas o que se debe privilegiar la libre circulación?
–En materia de los piqueteros vamos a trabajar dialogando, generando una clara orientación de paz que hay que generar en todas las manifestaciones públicas y, obviamente, haciendo respetar la legislación y estableciendo un trabajo en conjunto con ellos para que se produzca la menor cantidad de problemas e incidentes a los transeúntes o a quienes circulan en sus vehículos. Vamos a trabajar en una línea de evitar el conflicto.
–¿Conoce personalmente a los ministros de la Corte?
–A algunos sí, pero en este plano quiero decir que en materia de lo que es la relación con el Poder Judicial, en nuestro caso se terminaron todo tipo de manipulaciones políticas, de cuestiones –como lo ha dicho el Presidente– de pactos oscuros, de relaciones en la trastienda. Vamos a ser muy claros y transparentes. La línea de trabajo va a ser la total y absoluta transparencia en el Poder Judicial.
–¿Cree que la Corte tuvo actitudes poco transparentes?
–Mi opinión sobre la composición de la Corte es públicamente conocida. No tiene sentido que la reitere hoy siendo ministro de Justicia.
–Justamente por eso es más pertinente.
–Por eso mismo digo que vamos a tener una relación absolutamente institucional y, además, las iniciativas parlamentarias tendrán que seguir su curso en lo que está pendiente en la Comisión de Juicio Político. Vamos a ser respetuosos del trabajo que hagan los legisladores.
–¿Eso quiere decir que apuntan a que se produzca algún recambio?
–En ese plano es importante la conclusión a la que llegue el Poder Legislativo. Como Poder Ejecutivo lo que podemos decir es que no vamos a aceptar ningún tipo de extorsión ni actitud extorsiva. Gobernabilidad no es sinónimo de impunidad para nosotros.
–Pero a título personal, ¿cree que un recambio sería saludable?
–No vale la opinión personal sino la institucional. En lo institucional hay cursos de acción y tendrán que ser respetados si se activan.
–Se dijo que el presidente Eduardo Duhalde hizo una gestión para que la Corte se expidiera sobre las leyes de Obediencia Debida y Punto Final para hacerle un favor al nuevo gobierno. Un fallo de la Corte que paralice los juicios por violaciones a los derechos humanos ¿le soluciona un problema al Gobierno?
–En este tema, como en todos, no aceptamos ningún tipo de extorsión. Ni que sueñen con una extorsión.
–¿Pero ustedes consideran que un eventual fallo de la Corte a favor de las leyes les soluciona un problema o no?
–Eso lo tiene que definir la Corte de acuerdo al entendimiento que haga de la situación. Que no tomen ese tema como una extorsión porque se equivocan. La orientación del Presidente en este plano es clarísima, es una orientación de Justicia y de Memoria. En ese marco, yo personalmente no emito ningún tipo de opinión personal, porque lo que cuenta es la línea institucional que marca el Presidente.
–Porque el ministro de Defensa, José Pampuro, habló a favor de que se paralicen los juicios...
–No me consta.
–¿Va a continuar con el juicio por la banca de senador, que está ahora en la Corte?
–Eso tiene un curso que ni sé en este momento en qué instancia está. Tanto (Alfredo) Bravo como yo hemos recusado a la Corte, es decir, no hay una instancia en la Corte. No hay una interrupción y además la apelación no ha sido mía, a mí la Cámara Electoral me dio la razón.
–Se dijo que su designación fue una sorpresa. ¿A usted lo sorprendió?
–Cómo no va a ser sorpresa para muchos si saben que se termina un manejo raro entre el poder político y el poder judicial. Me honra que para muchos haya sido una sorpresa. Cuando veo algunos gestos socarrones que dicen “nos sorprendimos” la verdad es que me siento orgulloso de esa sorpresa porque la rutina en la Argentina hasta ahora era la cosa poco transparente entre ciertos políticos y ciertos jueces, y eso envenena al político honesto y al juez honesto que cumple bien su tarea y se siente llevado como una especie de torrente por esas prácticas que son deshonestas.
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