“La planificación del viaje fue del Ministerio de Defensa a partir de una propuesta de la Armada. El responsable de la fragata es el Ministerio de Defensa.” El titular de esa cartera, Arturo Puricelli, aceptó ayer su potestad sobre la decisión de que la Fragata Libertad hiciera puerto en Tema, Ghana, donde ya lleva 23 días retenida por la acción judicial de fondos buitre, tal como había anticipado desde un primer momento Página/12. El funcionario realizó el mea culpa poco después de que arribaran al país, en la medianoche de ayer, 285 marinos que formaban parte de esa tripulación, a los que Puricelli aseguró que quienes sostienen que esta maniobra “implica entregar” al navío “se equivocan” y les prometió que “va a volver a la Argentina”. En tanto, mientras permanecen en aguas ghanesas el capitán de la nave junto a 44 hombres, en Defensa están “evaluando” si la corbeta Espora, que se encuentra desde hace algunos días en Sudáfrica, puede ser objeto de problemas similares.

“Quería estar con ustedes para decirles que estamos dando pelea en todos los terrenos necesarios, que vamos a traer a nuestra Fragata Libertad al suelo patrio y la amarraremos a nuestro continente”, prometió Puricelli a los guardiamarinas repatriados ayer por la tarde, en el primer encuentro que tuvo con ellos para recibirlos. “No vamos a permitir que los fondos buitre manoseen la dignidad del pueblo argentino –había señalado el funcionario horas antes, en una entrevista radial–. Estoy absolutamente seguro de que va a volver a la Argentina. A veces la Justicia tarda, pero llega.” También agregó que “no se trata de acreedores legítimos sino que son verdaderos carroñeros de la miseria internacional, que han tendido sus garras en especial en continentes como el nuestro y el africano”.

La mayoría de la tripulación de la Fragata Libertad llegó ayer minutos antes de la una de la mañana a la Argentina: se trata de 24 oficiales, 192 suboficiales y 69 guardiamarinas, entre ellos 15 mujeres, que debieron abordar el vuelo 4140 de Air France, contratado especialmente por el gobierno argentino con este fin. La llegada se realizó en la Terminal B de Ezeiza, donde fueron recibidos por autoridades de la Armada Argentina y más de un centenar de familiares que los esperaban con pancartas de bienvenida. El capitán de navío Carlos María Allievi, segundo jefe a cargo de la fragata, expresó que el personal que regresó al país lo hizo “con entereza, aplomo y responsabilidad”, y destacó que la nave “seguirá realizando tareas normales con los 44 tripulantes y el comandante” que quedaron a su resguardo en el puerto de Tema.

El ministro Puricelli desmintió, al hacerse cargo de la responsabilidad sobre el itinerario de la nave, a los medios opositores que desde el comienzo del conflicto repartieron culpas entre distintos sectores del gobierno. El secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, “en esto no tuvo ningún tipo de opinión”, aclaró, mientras que la Cancillería “tiene responsabilidad en orden de que se la consulta”. Finalmente aceptó: “La cuestión de las responsabilidades se define finalmente por la Presidenta de la Nación en un tiempo oportuno, y yo asumo las que me corresponden”.

“La planificación del viaje fue del Ministerio de Defensa a partir de una propuesta de la Armada que nosotros decidimos estratégicamente en función de la necesidad de acercarnos al continente africano como una propuesta de acercamiento político a Africa”, señaló el funcionario.

Además, justificó la decisión de hacer puerto en ese continente teniendo en cuenta el conflicto por la soberanía de las islas Malvinas: “Creíamos que la fragata tenía que cumplir con un objetivo importante, amén de la formación de cada uno de ustedes –explicó–. Y esos países africanos, como nosotros, son legítimos Estados ribereños del Atlántico Sur, y esto tiene un significado muy especial: hay un intruso en el Atlántico Sur que tendrá que ceder su posición en él”.