Desde Santa Fe

No son malos días para los que fueron vinculados en los últimos tiempos con casos de narcotráfico. Aldo Totola Orozco, a quien se imputó distribución en la zona de Firmat, hace rato que quedó libre. Le encontraron un kilo de cocaína, pero la Justicia dijo que el procedimiento estuvo mal hecho o que los policías le colocaron la droga. Durante el fin de semana, también fue desvinculado Carlos Andres Ascaini, el supuesto distribuidor de Villa Cañás. También le encontraron un kilo de cocaína, pero sorpresivamente resultó que no era cocaína, sino azúcar. Ascaini está en libertad. Al comisario Néstor Fernández lo liberaron el domingo: se lo acusó de haber ayudado a Ascaini cuando lo estaban investigando. Dijo que él no fue, que el código y la clave con que se ayudó al supuesto narco era público entre los policías. Para redondear, el ex jefe de la policía de Santa Fe Hugo Tognoli, cuya detención y allanamiento pidió la Policía de Seguridad Aeroportuaria el 21 de septiembre, también recuperó la libertad ayer. En los seis días que se lo investigó, dijo el juez que no encontró evidencias. Le dictaron la falta de mérito.

Tognoli recuperó ayer la libertad luego de que el juez Carlos Vera Barros dictara su falta de mérito en la causa en la que está imputado por su presunta vinculación con un narcotraficante. Sin embargo, continuará bajo investigación, según informó la fiscal Liliana Bettiolo. La funcionaria explicó que la decisión la tomó el magistrado considerando que en esta etapa de la investigación “no había mérito para procesar” al ex jefe policial, es decir, que no existen por el momento suficientes pruebas en su contra. “Todavía no conozco los fundamentos del juez. Después de que los vea, resolveré si apelo”, adelantó la fiscal.

“Tognoli sigue vinculado con la causa y por el momento corresponde continuar con las medidas de prueba que no se han podido realizar”, indicó Bettiolo, que fue la fiscal que inició la investigación preliminar y convocó a la PSA. Bettiolo señaló que a Tognoli se lo acusó de “ser partícipe en el comercio de estupefacientes agravado por ser funcionario público y encargado de la represión de estos delitos”.

Desde el juzgado federal de Vera Barros se explicó que “el abogado defensor Eduardo Jauchen había pedido su sobreseimiento, sin embargo se decidió dictarle la falta de mérito porque no se lo despega totalmente de la causa. Hay pruebas pendientes de ser concretadas en los próximos días que podrían ayudar a esclarecer el caso”. En este sentido, la misma fuente indicó que “las pruebas que hay no permitieron su procesamiento, como ser los mensajes que circulan en relación con un posible arreglo que tendría con una persona que arreglaba con la policía para vender estupefacientes, lo que permite tenerlo involucrado”.

En verdad, ese mensaje de texto enviado por el comisario mayor Oscar Ledesma hablaba de los dos narcos que después fueron detenidos con cocaína, Totola Orosco y Ascaini, y también de los 30.000 pesos mensuales que estaría cobrando Tognoli. Estos datos aparecen en el informe que la PSA entregó a la fiscal el 21 de septiembre. Sin embargo, 45 días después, Ledesma ni siquiera fue llamado a declarar. La causa estuvo paralizada hasta que este diario dio a conocer la existencia del informe de la PSA y el pedido de allanamiento y detención contra Tognoli. En los 30 días transcurridos hasta la publicación de Página/12, no se había hecho nada.

Desde el mismo juzgado también se remarcó que “la otra prueba por la que estaba detenido Tognoli era la consulta con una clave usada para chequear la propiedad de dos vehículos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria y que el propio comisario Néstor Fernández reconoció como propia”. La averiguación se usó para avisarle a Ascaini –supuesto narco– que quien lo seguía era la PSA. Para el juez, el reconocimiento de Fernández desincrimina a Tognoli, pero nadie termina de explicar cómo fue la connivencia con Ascaini, detenido luego con cocaína. Hoy sigue preso el cabo Carlos Quintana, quien supuestamente mantuvo los diálogos con Ascaini. El mismo vocero del juzgado reconoció que “hay pendientes informes de AFIP/DGI, además del registro de aeronaves, así como el registro de caballos de carrera, e informes patrimoniales de la familia de Tognoli, así como el análisis de posibles testaferros”.