Los convocó con carácter de urgente. Sin temario fijo, Eduardo Duhalde se reunió con los bloques parlamentarios que apoyan su gestión. Esto es el justicialismo, el radicalismo y un sector del Frepaso. Hicieron una evaluación política del rumbo del Gobierno y de los conflictos que enfrenta, entre los que se incluyeron las presiones de las petroleras y el FMI. Duhalde puso a consideración la propuesta de los gobernadores de resistir el ajuste que le exige el Fondo y les deslizó la necesidad de contar con expresiones de apoyo que se traduciría en la aprobación sin modificaciones del demorado Presupuesto 2002.
La reunión entre los gobernadores y el Presidente había concluido sin que pudieran llegar a un acuerdo (ver asimismo página 10). Duhalde, preocupado, ordenó entonces convocar a los diputados y senadores que participaron de la reunión de Olivos cuando el gobierno decidió pesificar la economía. De a poco fueron llegando por el radicalismo el gobernador Angel Rozas (Chaco), los senadores Raúl Alfonsín y Raúl Baglini y los diputados Leopoldo Moreau, Jesús Rodríguez, Marcelo Stubrin y Horacio Pernasetti. El PJ estuvo representado por los diputados José María Díaz Bancalari, Humberto Roggero y Eduardo Camaño, los senadores José Luis Gioja y Juan Carlos Maqueda y el gobernador de La Pampa, Rubén Marín. El Frepaso envió a Darío Alessandro, Rodolfo Rodil y Nilda Garré.
Los radicales intentaron desdramatizar la convocatoria presidencial y buscando bajar el perfil del encuentro aseguraron que “los bloques parlamentarios que soportan (sic) al Gobierno se reunieron con el Presidente para realizar una simple evaluación política del rumbo del Gobierno”.
Sin embargo, trascendió que Duhalde les transmitió a su aliados parlamentarios el magro resultado del encuentro mantenido con los gobernadores. Les dijo que los mandatarios le propusieron resistir –tal como lo hizo Brasil– el ajuste que exige el FMI y le pidieron al Ejecutivo que los acompañe.
Algunos legisladores del PJ creyeron ver en el Presidente cierto entusiasmo con la propuesta de los gobernadores, pero primó en general la idea de que la mejor forma de resistir era aprobar el Presupuesto 2002 tal como está escrito. Una curiosa forma de resistir, si se tiene en cuenta que el presupuesto que se aprestan a aprobar contiene un ajuste más fuerte que el que remitió en su momento el ex ministro del PJ y la Alianza, Domingo Cavallo.
La presión de las petroleras fue otro de los puntos del debate. Legisladores que participaron del cónclave reconocieron que Duhalde les pidió ayuda en su decisión de “dar la batalla” en todos los terrenos (legislativo y judicial) para poder aplicarles las retenciones a las exportaciones o un impuesto sin que éstas despidan personal o aumenten los precios(más información en la página 9).
Una de las posibilidades que se barajaron, según relató uno de los participantes, es la aplicación de la recientemente aprobada Ley de Emergencia Económica o la posibilidad de poner precios fijos retroactivos al primero enero.
Duhalde escuchó las opiniones de uno y otro partido y se comprometió a volverlos a convocar. Eso sí, no fijó fecha por ahora.