Se les pinchó el globo de colores. Mauricio Macri confirmó que no será candidato en la provincia de Buenos Aires, pese a los pedidos de su primo Jorge Macri y del diputado Jorge Triaca. El legislador ya había sido desmentido en varias oportunidades por la vicejefa María Eugenia Vidal, pero ahora fue el propio líder del PRO el que dejó en claro que ser candidato el año próximo no es una posibilidad. “No la veo a ésa, no me parece conducente”, dijo Macri, quien prometió “terminar su mandato como jefe de Gobierno”. La desmentida demuestra el nivel de alteración que sufre el PRO tras la negativa de Gabriela Michetti a cambiar de distrito. Los macristas no logran dar con un candidato potable.

Por eso mismo, algunos dirigentes se imaginaron que era una buena idea que Macri fuera el candidato. Con picardía, Francisco de Narváez se sumó a la idea esta semana y dijo que él apoyaría a Macri. Lo hizo a sabiendas de que el jefe de Gobierno no tenía previsto ser candidato en la provincia y que se le agotan las opciones que no sean aliarse nuevamente en Unión-PRO.

Macri dijo que “no se siente cómodo” con la idea de dejar su cargo para ir a trabajar en ser candidato en la provincia.

Sobre su trabajo, también aclaró que cuando se sacó la foto con Kiss en pleno apagón en la ciudad “no estaba de joda, ni lo hice de cholulo: estaba trabajando”. “Fui como parte de mi agenda de trabajo a las nueve de la noche, en vez de poder estar con mi hija Antonia. Reconozco a cada celebridad que viene a la ciudad de Buenos Aires, en búsqueda de que él vuelva a su país y diga: ‘No saben lo fantástico que es la Argentina, Buenos Aires’.” “No fui a disfrutar del evento, fui a hacer algo que tiene que ver con la política de instalar Buenos Aires y la Argentina en el mundo”, aseguró Macri.