EL PAíS › UN ALMUERZO CON FERNANDO “CHINO” NAVARRO
› Por Fernando Cibeira
Día bien extraño el 9N. Amanece con un pegajoso clima caribeño, al mediodía se larga el diluvio universal y la temperatura desciende quince grados en minutos. En medio de la tormenta, Fernando “Chino” Navarro llega al restaurante sobre avenida Caseros luego de escuchar el discurso de la presidenta Cristina Kirchner en el que plantó posición post-cacerolazo. Obviamente, Navarro está de acuerdo. “No cambió nada, ella va a seguir trabajando como trabajó hasta ayer a la noche”, reafirma. Acá a la vuelta queda la productora en la que dan los últimos retoques de edición a la película de Néstor Kirchner, de la que el Chino es uno de los productores. “Creemos que es una buena. Es una película que puede ver cualquier argentino, no creo que sea para militantes”, asegura.
El encuentro pasó de desayuno a almuerzo debido a que por la mañana Navarro tenía pautado un final de la materia Filosofía del Derecho, pero la coyuntura pudo más. Entre los cortes de luz, el 8N y los programas de televisión que lo requirieron, el examen quedó para más adelante. Hará cosa de tres años que Navarro decidió retomar la carrera de Abogacía que había dejado a mitad de camino en su juventud. La Universidad del Salvador le reconoció las materias y ahora espera recibirse el año que viene. “Siento más temor en una mesa de examen que ante cualquier conflicto político”, compara. Con todo, asegura que está feliz de haber retomado el estudio. “Aunque no sé si alguna vez llegaré a ejercer, está bueno aprender”, explica.
La postergación del examen es un daño colateral seguramente no previsto por los caceroleros que fueron hasta el Obelisco. En vez de estudiar, Navarro anduvo por estudios de televisión repartiendo argumentos kirchneristas. “Hay un núcleo social, que no es nuevo, que rechaza todo lo que venga de un gobierno popular. Pasó en otros gobiernos y nosotros ya lo sufrimos con la 125”, subraya. Que eso se nota en las frases que sueltan algunos manifestantes que aparecen en televisión del tipo “a esos que no trabajan y les regalan todo”, en referencia a quienes cobran planes sociales. “No se puede gobernar en función de los reclamos de un sector, por más respetable que sea. Por ejemplo, nosotros requerimos más Estado y no creo que a la mayoría de los que estuvieron protestando les interese el rol del Estado”, imagina.
En medio del almuerzo, Navarro pide disculpas para atender a una radio. En eso es un kirchnerista atípico. Siempre está dispuesto para los medios, incluso concurre habitualmente a TN. “Yo pienso así, hay que tratar de ampliar la base que tenemos, convencer a los que no están convencidos”, explica.
Pescado y carne a punto en el menú, afuera ya paró de llover. Reciclado mediante, esta cuadra de Caseros se convirtió desde hace un tiempo en un impensado polo gastronómico. La cita originalmente era en el restaurante de la esquina, pero estaba demasiado concurrido como para la charla. Navarro conoce bien la zona porque ahora vive por Barracas y cada vez que le queda alguna hora libre viene para la productora. La película tiene su propia historia. La idea se le ocurrió a Emilio Pérsico –como Navarro, dirigente del Movimiento Evita– poco después de la muerte de Kirchner, viendo la gran cantidad de filmaciones caseras e inéditas que había sobre el ex presidente. Navarro y Jorge “Topo” Devoto se hicieron cargo de la producción y le encargaron la dirección a Adrián Caetano, un cineasta de bien ganado prestigio por films como Pizza, birra, faso o Un oso rojo. La película tendría que haberse estrenado el año pasado pero algo salió mal: el resultado final no dejó para nada conformes a los productores. “Por ahí fuimos nosotros que no supimos explicar bien qué queríamos”, intenta salvar las papas el Chino.
La posta la tomó Paula de Luque, quien ya venía más o menos en tema luego de que el año pasado dirigiera Juan y Eva, la historia de Perón y Evita, con buena repercusión. Navarro asegura que el resultado, aunque las imágenes sean las mismas, es muy superior. “Está la historia de amor de Néstor y Cristina, se muestra a Kirchner como un pibe militante que llegó adonde llegó”, enumera. Habrá una premier masiva en el Luna Park para el Día del Militante, el sábado 17. El jueves 22 se estrenará en más de 120 salas, como una película comercial hecha y derecha. “No es una agresiva, ni tiene golpes bajos. La puede ver cualquier argentino”, insiste. Con todo, remarca que no está mal que el destino haya determinado que se termine estrenando ahora y no el año pasado, luego del contundente triunfo electoral. “Tiene más valor ahora, con esta puja en la calle”, afirma. Navarro asegura que la Presidenta no tuvo ninguna injerencia en el producto final. “Ni siquiera sé si la vio”, agrega. Tampoco se la verá a ella hablando, lo mismo que a su hija Florencia. En cambio, por una filtración, trascendió una parte del testimonio de Máximo Kirchner. Aunque no haya sido para nada querido, terminó funcionando como un avance publicitario.
Después del estreno seguramente vendrá el acto. Navarro se ubica entre los miembros de Unidos y Organizados, el espacio del kirchnerismo puro, que creen que debe realizarse una movilización masiva el 10 de diciembre. “Ya está casi definido”, confirma. “Ahora más que nunca hay que expresar nuestro respaldo al gobierno popular de Cristina. Tenemos que encontrarnos en una fiesta de la alegría y el compromiso”, afirma Navarro de salida. Ya es hora de partir de nuevo hacia la productora. Quedan algunas cositas de sonido e imagen que ajustar y están trabajando en eso. Ya arrancó la cuenta regresiva, el kirchnerismo está pensando en su respuesta.
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